Actualizado: 03/07/2022
La sede de Nestlé Portugal, en Linda-a-Velha, está desarrollando un nuevo proyecto piloto: la instalación de biorreactores con microcultivo de algas para mejorar la calidad del aire. La idea es que esta tecnología capture el dióxido de carbono (CO2) y lo transforme en oxígeno.
El sistema, llamado PhotoSynthetica, absorberá unos 7,3 kilogramos de dióxido de carbono en un año y producirá unos 5,5 kilogramos de oxígeno, lo que permitirá producir 30 kilogramos de biomasa.
Dada la enorme capacidad de las algas para absorber el dióxido de carbono, el reto consistía en pensar en cómo aportar este potencial a Nestlé y desarrollarlo, con el fin de contribuir a nuestros objetivos de lograr la neutralidad del carbono en 2050. Como resultado, este proyecto nos aporta una capacidad de absorción de dióxido de carbono equivalente a la de cuatro árboles de gran tamaño.
Hugo Silva, Brand Manager de Nestlé Portugal.
La existencia de este conjunto de biorreactores en el edificio también pretende aumentar la eficiencia energética de la sede, ya que la estructura se instalará en la fachada de cristal, lo que creará una barrera contra el sol y reducirá el calentamiento del edificio. Este será el primer edificio del Grupo Nestlé en todo el mundo en el que se probará el sistema, que podrá adoptarse posteriormente en otros edificios de la empresa.
Cómo funciona.
Cada biorreactor de vidrio es un aparato especial dedicado a cultivar organismos en condiciones controladas, que está alojado en un marco de acero que soporta doce tubos de gran tamaño.
Alimentados por energía solar, los biorreactores recogen el potencial fotosintético de las colonias de microalgas vivas, que están dentro de los «tubos de ensayo».
Mediante sistemas especiales, los cultivos contenidos en los «tubos de ensayo» son burbujeados para mantenerlos en constante movimiento, y a medida que las burbujas de aire suben de forma natural, a través del medio acuoso del interior de los tubos, entran en contacto con las células de las algas.
Tras este proceso, las moléculas de CO2 y los contaminantes del aire son capturados, almacenados por las algas y transformados en biomasa.
Posteriormente, las microalgas también se usarán para probar la viabilidad de la producción de envases biodegradables (impresos en 3D con filamentos de algas), y también pueden usarse como superalimentos o fertilizantes.
El innovador proyecto ha sido desarrollado por ecoLogicStudio, una empresa global de innovación en el diseño, con los socios académicos Synthetic Landscape Lab de la Universidad de Innsbruck y Urban Morphogenesis Lab del Bartlett University College de Londres.
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