Actualizado: 17/11/2022
Aleix Llovet y Xavier Salueña, estudiante y profesor, respectivamente, de la ETS de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa, han desarrollado dAlH2Orean, el primer coche de radio control que funciona con anillas de aluminio de latas de refresco, o con cualquier otro residuo de aluminio mezclado con sosa cáustica disuelta en agua.
El sistema de propulsión es 100 % limpio, cierra completamente el ciclo de vida del aluminio y no genera CO2. El coche, que es fruto del proyecto final de carrera de Aleix Llovet, alcanza los 30 km/h y ya se ha patentado.
En una escena de la película Regreso al futuro, el profesor Emmet L. Brown (Doc) coge un cubo de basura de la calle, precipita su contenido dentro del bólido ‘DeLorean’ y, finalmente, abre una lata de refresco, se la bebe y añade al depósito del coche la lata vacía. Con este combustible, el coche se pone en marcha y los protagonistas viajan a través del tiempo, al futuro, que es su presente original.
Aleix Llovet y Xavier Salueña, estudiante y profesor, respectivamente, de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) de la UPC, han logrado recrear parte de esa escena desarrollando una tecnología limpia y segura para poner en marcha un coche de radio control, muy parecida a la que Marty y Doc crean en la ficción. La diferencia es que el coche de Llovet y Salueña, bautizado con el nombre de dAlh2Orean en recuerdo del vehículo cinematográfico, es real y no permite hacer viajes en el tiempo, pero logra circular a una velocidad punta de 30 km / hora, con una autonomía de 40 minutos por cada abastecimiento.
El coche dAlH2Orean, construido por el estudiante y el profesor de la ETSEIAT, y patentado por la UPC, es el primer vehículo de radio control que funciona con una pila de combustible alimentada por residuos de aluminio y agua, usando sosa cáustica doméstica como catalizador. El funcionamiento del coche se basa en tratar y vehicular adecuadamente el hidrógeno generado como reacción del contacto entre el aluminio y la sosa cáustica, una reacción química ya conocida.
Un filtro de vinagre.
El residuo del aluminio y la sosa cáustica disuelta en agua se introducen en el depósito del coche. La reacción de la sosa y el aluminio genera hidrógeno, del cual se eliminan los restos de hidróxidos mediante un filtro de vinagre y agua. El hidrógeno filtrado pasa a un contenedor de bolas de hielo de sílice, donde se le extrae la humedad para aumentar su rendimiento. Finalmente, el hidrógeno llega a la pila y la alimenta produciendo energía eléctrica, gracias a que una membrana separa los protones de los electrones hasta que se vuelven a encontrar en un entorno de oxígeno, y así se genera agua, calor y la energía que mueve el motor. Esta es la principal innovación del proyecto.
Sistema 100 % limpio.
Este sistema es absolutamente limpio, no genera CO2 y cierra el ciclo de vida del aluminio, lo cual reduce la contaminación derivada de su extracción, porque utiliza aluminio que ya es residual y que, en contacto con la sosa cáustica, produce hidrógeno y residuos de hidróxido de aluminio y de sosa, que pueden reutilizarse. El hidróxido de aluminio puede convertirse en alúmina calcinándolo. Con la alúmina se puede volver a fabricar aluminio, aunque de mayor pureza que el que se recicla actualmente, y de la misma pureza que el que se extrae de las minas de bauxita, que contaminan el medio ambiente.
Por otra parte, el único residuo que se produce en el filtro de vinagre, donde reaccionan las trazas de sosa cáustica, es agua y cloruro sódico, es decir, sal común.
Más económicos.
Por tanto, se trata de un sistema de propulsión innovador que, de momento, los inventores aplicarán a coches de radio control y que abaratará muy significativamente los precios actuales de dichos vehículos en el mercado. Actualmente, un pack de combustión para coches de radio control consta de una pila de combustible con cartuchos, que cuesta 2.400 €, y requiere un electrolizador, que cuesta 1.500 €. Con el nuevo sistema de Llovet y Salueña, el pack necesario tendría un coste aproximado de unos 600 € y no precisa de electrolizador.
Aplicaciones educativas.
Otra de las aplicaciones del dAlh2Orean se centra en el sector educativo. El coche es un objeto y un ejemplo idóneo para explicar el funcionamiento de las pilas de combustible o el cierre del ciclo de vida de los materiales y de los combustibles, con el objetivo de fabricar vehículos sostenibles.
Proyecto “Aluminio”.
Xavier Salueña dirige el proyecto ‘Aluminio’, en el que se enmarca la patente del dAlh2Orean. En este proyecto colabora José Antonio Ortiz, investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UPC en el Campus de Terrassa; Josep Maria Dagà, del Departamento de Ingeniería Química, y el técnico del propio departamento Juan Martínez.
El objetivo de ‘Aluminio’ es trasladar a gran escala este innovador sistema de propulsión para mover vehículos convencionales y microturismos. Según los cálculos de los expertos, para mover un vehículo de unos 5 CV durante una hora serían necesarios unos 3 kg de aluminio y para motores de 60 CV se necesitarían unos 30 kg. El problema a resolver sería el circuito y el sistema de recarga. De momento, los inventores ya han contactado con algunas empresas para estudiar la viabilidad del proyecto.
Luis Bentancur dice
ESTE AUTITO LO VENDIAN EN MERCADO LIBRE ES MUY PARECIDO