Con un coste de 200.000 euros por metro de construcción, la ampliación de 3,2 kilómetros de la autopista de circunvalación de Berlín siempre fue controvertida. De completarse, llevaría 130.000 coches al día al sur y al este de Berlín en 2022. A medida que aumenta la voluntad política de actuar contra la crisis climática, la ampliación empieza a parecer un error caro y feo. Morgenfarm ofrece una visión utópica de las infraestructuras de Berlín, en la que los humos tóxicos se sustituyen por espacios verdes y verduras saludables.
La autopista A100 de Berlín rodea parcialmente el centro de la ciudad. Se construyó como parte de una campaña en los años 60 para hacer de la capital alemana una «ciudad amiga del automóvil». La prolongación hacia el sureste desde la Sonnenallee y el parque Treptower ha sido objeto de varias protestas.
Ahora, un nuevo concepto convertiría el trayecto excavado de la autopista en una granja vertical. La propuesta espera inspirar a los habitantes de la ciudad con una visión de lo que es posible cuando los urbanistas dejan de dar prioridad a los coches.
El líder de la campaña, Perttu Ratilainen, está convencido de que la «Autobahn» pertenece a una época pasada. «Da la sensación de que estamos atascados en los años 60 cuando se oye hablar de la construcción de nuevas autopistas, seguramente hemos progresado desde entonces«.
Desarrollada por la organización sin ánimo de lucro ‘Think and Do Tank’ Paper Planes e.V., esta granja ahorraría agua y energía, además de reducir la necesidad de transportes de largo recorrido que conlleva la agricultura convencional.
Se están haciendo grandes inversiones en el mercado emergente de la agricultura urbana sostenible, sobre todo en Asia y Estados Unidos. La mayor granja vertical de Europa, la granja vertical Nordic Harvest de Dinamarca, se completó en 2021 con 14 pisos de comestibles apilados. Actúa como un estudio de viabilidad vivo para la agricultura vertical.
Las granjas verticales están protegidas de las influencias externas (sol, lluvia, calor o frío extremos), lo que significa que pueden producir alimentos durante todo el año.
Las granjas verticales actuales producen frutas, verduras, setas comestibles, algas e insectos. Estas granjas hacen un uso más eficiente de los recursos que la agricultura industrial convencional y no requieren ningún tipo de pesticidas. Proporcionan un suministro fiable de alimentos frescos y ricos en vitaminas para la población local de la ciudad, incluso en tiempos de crisis como las condiciones de sequía que ha sufrido Alemania en los últimos años.
Otra crisis que este proyecto podría resolver es la escasez de viviendas en Berlín. Con la reutilización de la autopista como espacio de cultivo vertical, las zonas próximas a la carretera podrían utilizarse para construir viviendas. Con las próximas elecciones alemanas, se ha vuelto a debatir sobre la construcción de viviendas en el parque más popular de Berlín, el aeropuerto reutilizado Tempelhofer Feld, por lo que liberar terrenos que las carreteras inutilizadas podría ser una gran ventaja para la capital.
Más que una propuesta concreta, el proyecto Morgenfarm fomenta el espacio necesario para repensar el entorno urbano. Si la administración de la ciudad de Berlín quiere realmente hacer frente al cambio climático, deberían debatirse proyectos como éste.
¿Qué opina de la posibilidad de transformar las carreteras para cultivar alimentos? ¿Permitiría este planteamiento disponer de más espacio para proyectos de rewilding en la periferia de la ciudad?
Más información: www.morgenfarm.berlin
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