Actualizado: 26/05/2021

En busca de un combustible neutro en carbono, el equipo de Foghorn logró crearlo a partir del agua de mar. Aprovechando la abundancia de hidrogeno y carbono en el agua. Un esfuerzo para intentando disminuir los gases producidos por el transporte.
¿Cuál era el objetivo?
El transporte representa el 97% de las emisiones de gases de efecto invernadero, a través de la quema de combustible de aviones, automóviles, camiones y otros medios de transporte. Por ello, Directivos de la Marina de estados Unidos comenzaron a idear como crear combustible utilizando el agua de mar.
El agua de mar posee una gran cantidad de hidrogeno y carbono, elementos indispensables para la formación de hidrocarburos como el petróleo. Se propusieron combinar desde el laboratorio estas sustancias, para de esta manera lograr un combustible neutro que redujera considerablemente las emisiones de gases contaminantes.
¿Cuál fue el proceso?
Todo comenzó a principios del 2014. Se completa el primer paso de la investigación creando un prototipo del sistema. Se consigue metanol a partir del agua de mar. Se comprueba la viabilidad de producir hidrocarburos en un laboratorio.
El equipo logra hacer volar un avión con combustible creado con agua salada. La consistencia y el olor de este hidrocarburo, resulta semejante a la del queroseno que todos conocemos.
A pesar de ser un gran logro, existía un inconveniente. Los costes eran extremadamente altos y el combustible no era competitivo si lo comparamos con el precio de la gasolina.

¿Cuáles eran sus ventajas?
Lograr el desarrollo de un combustible de esta manera, no solo disminuiría los gases de efecto invernadero, también se podría producir el combustible directamente a bordo de los barcos.
Otra ventaja es que no existía la necesidad de modificar los motores de aviones y barcos para utilizar el hidrocarburo.
El experimento se considera un éxito. Pero debían mejorar la tecnología de generación con el fin de abaratar el coste de producción.
Intentos por hacer rentable el proyecto.
En un inicio el coste de producción estaba en los 10 $ por galón (3,78 litros). Un coste elevado para competir con la gasolina. El equipo se propuso lograr un coste máximo de 8 $ con la intención de llevarlo a 5 $ en menos de 5 años.
De lograr este objetivo, el combustible de agua salada resultaría rentable para posicionarlo en los mercados nórdicos. Donde el coste de la gasolina es muy elevado.
Mientras continuaba la investigación, el equipo se dio cuenta que para generar el combustible necesario debían bombear una cantidad significativa de agua salada. Lo que producía un gran coste.
Sin rendirse, comenzaron a buscar una fuente de hidrogeno que resultara más económica, encontrándose con la electrólisis de óxido sólido. Una técnica que separa el agua en oxigeno e hidrogeno.
Después de muchos estudios y reuniones con expertos en la materia, el equipo concluyó que para lograr una fuente barata y confiable de hidrogeno se necesitaría una gran inversión de capital y al menos 5 años más de investigación.
¿Qué ocurrió con la investigación?
En el 2016, después de dos largos años de trabajo, se decide finalizar el proyecto. Por ahora, el combustible de agua de mar no es rentable. El coste actual y proyectado del hidrogeno es muy elevado.
Esperemos que algún día todas estas tecnologías ya desarrolladas puedan ayudar a construir un mundo mejor.
Más información: x.company/foghorn
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