Actualizado: 05/07/2024
¿Has considerado la opción de instalar un recuperador de calor en tu chimenea? Si aún no lo has hecho, es posible que te estés perdiendo de una excelente oportunidad para ahorrar dinero y energía. Un recuperador de calor chimenea es un dispositivo que se coloca dentro de la chimenea y utiliza un ventilador para circular el aire caliente por la chimenea y enviarlo de vuelta al hogar.
En este artículo, exploraremos en profundidad las ventajas de instalar un recuperador de calor en tu chimenea y te brindaremos información sobre el proceso de instalación y los costos asociados.
Qué es un recuperador de calor chimenea
Un recuperador de calor chimenea es un dispositivo que se instala en una chimenea para recuperar el calor que se genera durante la quema de leña y utilizarlo para calentar el aire del hogar. El recuperador de calor se coloca dentro de la chimenea, cerca de la llama, y utiliza un ventilador para circular el aire caliente por la chimenea y enviarlo de vuelta al hogar. Al recuperar el calor que de otra manera se perdería por la chimenea, el recuperador de calor puede ayudar a reducir el consumo de energía y ahorrar dinero en la factura de la calefacción. También puede mejorar la eficiencia energética de la chimenea y hacerla más ecológica.
Ventajas de un recuperador de calor chimenea
Hay varias ventajas de utilizar un recuperador de calor en una chimenea:
- Ahorro de energía: Al recuperar el calor que de otra manera se perdería por la chimenea, el recuperador de calor puede ayudar a reducir el consumo de energía y ahorrar dinero en la factura de la calefacción.
- Mayor eficiencia energética: El recuperador de calor puede mejorar la eficiencia energética de la chimenea al permitir que la chimenea genere más calor utilizando menos leña.
- Mayor seguridad: El recuperador de calor puede ayudar a prevenir accidentes al reducir el riesgo de fuegos por combustión incompleta y eliminar el humo y los gases tóxicos del hogar.
- Mayor comodidad: El recuperador de calor puede mejorar la comodidad del hogar al distribuir el calor de manera más uniforme y hacer que la chimenea sea más cálida y acogedora.
- Mayor duración de la chimenea: Al reducir la cantidad de humo y gases tóxicos que se generan durante la quema de leña, el recuperador de calor puede prolongar la vida útil de la chimenea y evitar la acumulación de creosota.
Cómo se instala un recuperador de calor en una chimenea.
El proceso de instalación de un recuperador de calor en una chimenea puede variar ligeramente según el modelo y la chimenea específicos, pero en general sigue los siguientes pasos:
- Comience por seleccionar el lugar adecuado para el recuperador de calor. Asegúrese de que esté lo suficientemente cerca de la llama para poder recuperar el calor eficientemente, pero no tan cerca que pueda dañarse por el calor excesivo.
- Retire la chimenea y el marco de la chimenea. Esto puede requerir la ayuda de un profesional.
- Limpie la chimenea y elimine la creosota acumulada. Esto es importante para garantizar que el recuperador de calor funcione de manera eficiente y segura.
- Instale el recuperador de calor en la chimenea siguiendo las instrucciones del fabricante. Asegúrese de que quede nivelado y sujeto de manera segura.
- Vuelva a instalar la chimenea y el marco de la chimenea.
- Conecte el recuperador de calor a la electricidad y pruebe su funcionamiento.
Es importante tener en cuenta que la instalación de un recuperador de calor en una chimenea puede ser una tarea peligrosa y debe ser realizada por un profesional cualificado. Además, es necesario seguir todas las normativas y códigos de seguridad locales y nacionales.
Tipos de recuperadores de calor para chimeneas
Existen varios tipos de recuperadores de calor para chimeneas disponibles en el mercado, cada uno con sus propias características y beneficios:
- Recuperadores de calor de aire: Estos recuperadores utilizan un ventilador para circular el aire caliente por la chimenea y enviarlo de vuelta al hogar. Son los más comunes y típicamente son más económicos que otros tipos de recuperadores de calor.
- Recuperadores de calor de agua: Estos recuperadores utilizan un sistema de calefacción por agua para transferir el calor de la chimenea al agua, que luego se distribuye por toda la casa a través de radiadores o suelo radiante. Son más eficientes que los recuperadores de aire, pero también son más caros y requieren una instalación más compleja.
- Recuperadores de calor de gas: Estos recuperadores utilizan un quemador de gas para generar calor y distribuirlo por el hogar. Son ideales para personas que quieren una fuente de calor segura y fiable, pero también son más caros y requieren un suministro de gas.
- Recuperadores de calor de leña: Estos recuperadores utilizan la leña como fuente de calor y la distribuyen por el hogar a través de conductos de aire caliente. Son ideales para personas que quieren utilizar leña como fuente de calor, pero también son más costosos y requieren más mantenimiento.
En este artículo tienes las instrucciones completas para hacer un recuperador casero: www.instructables.com/Woodstove-Heat-Exchanger
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Javier dice
Cuidado con el uso de estos recuperadores porque aumenta enormemente la creosota (alquitrán) con el peligro de incendio. Esto se produce al enfriar los gases de salida.
Debe aumentarse la frecuencia de limpieza de la chimenea.
Hay unos radiadores multitubos que funcionan por convención natural y que también sirven, sin enfriar demasiado los gases.