Actualizado: 28/10/2021
A partir de hoy los uniformes médicos, cremas, dentífricos y muchos otros productos para el cuidado personal ya no contienen contaminantes microplásticos en el Reino Unido.
Despedida de los microplásticos en cosméticos en el Reino Unido, pionero en Europa. Ha entrado en vigor la prohibición del uso de pequeñas partículas plásticas y contaminantes en la fabricación de cosméticos y productos para el cuidado personal. En julio se prohibirán las ventas.
Hoy día, en exfoliantes, cremas y dentífricos hay un montón de pequeñas esferas de plástico utilizadas por la industria. Estos desechos microscópicos terminan en toneladas en las aguas de los mares de todo el mundo, contaminándolos y matando la vida. Por último, pero no por ello menos importante, entran en la cadena alimentaria humana, con posibles efectos sobre la salud de los consumidores.
Ya en septiembre de 2016, el Gobierno británico prometió la prohibición de producción. Hoy en día la medida se ha convertido en una realidad, a raíz de la creciente aceptación pública, preocupada por los ecos de las últimas investigaciones. Algunos afirman que 5 billones de fragmentos de plástico flotan en los mares del mundo, mientras que otros señalan la omnipresencia de estos desechos, que han llegado a las playas más remotas del mundo. Incluso en la muy profunda Fossa delle Marianne, los organismos acuáticos se han tragado trozos de plástico.
«Los océanos del mundo son algunos de nuestros activos naturales más preciados y estoy decidida a intervenir ahora para contrarrestar la devastación de nuestra preciosa vida marina – dijo la Ministra de Medio Ambiente, Thérèse Coffey – Hoy hemos alcanzado este importante hito, exploraremos la posibilidad de extender nuestra prohibición a todo el mundo y luego nos enfrentaremos a otros residuos plásticos«.
La presión se traslada ahora a los fabricantes de envases desechables, en particular a las botellas de plástico: 1 millón de botellas se compran en todo el mundo por minuto, lo que supone un tercio de los residuos plásticos encontrados en el mar. Greenpeace UK ya ha hecho oír su voz atacando dos veces a Coca Cola: la organización ha señalado con el dedo a la multinacional, que vende cerca de 100.000 millones de botellas al año.
Mientras tanto, se está estudiando un impuesto sobre las famosas tazas desechables de cadenas y tiendas como Starbucks, famosa por ofrecer café para llevar a millones de británicos. El ataque a las bolsas de plástico, lanzado en 2015, ha hecho que la producción se reduzca en 9.000 millones de unidades.
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