Las embarcaciones autónomas parecen más factibles que los coches autónomos en los canales de Ámsterdam, los robots del MIT encontrarán aplicaciones útiles para los canales.
Durante los últimos seis años, investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT y el Laboratorio de Ciudades Sensibles han estado trabajando en la primera flota de barcos robóticos autónomos del mundo, los «Roboat», para desplegarlos en la ciudad de Ámsterdam.
El año pasado, el equipo dio a conocer su modelo medio a escala, de 2 m de longitud, y demostró sus prometedoras habilidades de navegación en un viaje de ida y vuelta de tres horas por los canales de Ámsterdam.
El equipo del CSAIL ha presentado ahora una embarcación robótica a escala real, totalmente autónoma, que puede transportar cómodamente hasta cinco personas, recoger residuos, entregar mercancías y proporcionar infraestructuras a la carta.
El recién presentado Roboat está controlado por la misma tecnología de navegación que incluye LiDAR, GPS y un conjunto de cámaras para construir una imagen de 360 grados de su entorno. La embarcación decide de forma autónoma una ruta segura de A a B mientras escanea continuamente el entorno para evitar colisiones con objetos, como puentes, pilares y otras embarcaciones.
Los datos recogidos por los sensores se envían a algoritmos de control que funcionan un poco como un timonel que da órdenes a los remeros traduciendo una ruta determinada en instrucciones hacia los propulsores, que son las hélices que ayudan al barco a moverse.
Ahora tenemos una mayor precisión y robustez en los sistemas de percepción, navegación y control, incluyendo nuevas funciones, como el modo de aproximación por proximidad para la capacidad de enganche, y un mejor posicionamiento dinámico, para que el barco pueda navegar por aguas del mundo real. El sistema de control de Roboat se adapta al número de personas en la embarcación.
Daniela Rus, profesora de ingeniería eléctrica e informática del MIT y directora del CSAIL.
El actual Roboat tiene un aspecto futurista con su diseño negro y gris con dos asientos enfrentados. Es totalmente eléctrico, con una batería del tamaño de un cofre pequeño, que permite hasta 10 horas de funcionamiento, y puede recargarse de forma inalámbrica.
El Roboat puede realizar sus tareas de forma autónoma las 24 horas del día, pero un operador en tierra lo supervisará a distancia desde un centro de control. Un operador puede supervisar más de 50 unidades de Roboat, lo que garantiza un funcionamiento fluido.
El equipo ya ha desplegado dos Roboats a escala real en Ámsterdam y ahora está planeando pruebas públicas de la tecnología.
El centro histórico de Ámsterdam es el lugar perfecto para empezar, con su red capilar de canales que sufre los desafíos contemporáneos, como la movilidad y la logística.
Stephan van Dijk, director de innovación del Instituto AMS.
Más información: roboat.org
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