Un importante hito se ha alcanzado con la inauguración de la primera planta de amoníaco verde del mundo, resultado de la colaboración entre Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas, en Ramme, al noroeste de Jutlandia, Dinamarca. Este proyecto pionero tiene como objetivo demostrar cómo la energía renovable puede integrarse directamente en una planta de producción de amoníaco, teniendo en cuenta las fluctuaciones en la producción de energía, y, al mismo tiempo, hacer de este proceso una vía rentable para la producción de amoníaco verde.
Inauguración de la primera planta de amoníaco verde del mundo por Skovgaard Energy, Vestas y Topsoe
El proyecto ha recibido una financiación de 81 millones de coronas danesas (aproximadamente 11 millones de euros) por parte del Programa Danés de Desarrollo y Demostración de Tecnología Energética (EUDP). Topsoe, líder mundial en tecnologías de reducción de emisiones de carbono, junto con sus socios Skovgaard Energy y Vestas, han impulsado este innovador proyecto que marca un antes y un después en la transición energética global.
Una Planta dinámica adaptada a la energía renovable
La planta de amoníaco verde en Ramme implementa un enfoque dinámico que le permite adaptarse a las fluctuaciones inherentes en la producción de energía renovable. Este enfoque se logra integrando fuentes de energía como la solar y la eólica directamente en el proceso de electrólisis y síntesis de amoníaco, garantizando así una producción óptima y rentable. El amoníaco producido en esta planta será etiquetado como «amoníaco verde», ya que se fabrica utilizando exclusivamente fuentes de energía renovable.
Amoníaco verde: Un pilar en la descarbonización global
El amoníaco, en su forma de bajo contenido de carbono o como e-fuel, se proyecta como un elemento clave en la carrera hacia la neutralidad de carbono. Este compuesto tiene la capacidad de ser transportado utilizando la infraestructura existente y ofrece múltiples aplicaciones, no solo como combustible o portador de hidrógeno, sino también en la descarbonización de procesos industriales, como la producción de acero y cemento.
Kim Hedegaard, CEO de Power-to-X en Topsoe, destacó la importancia de este avance: «Con esta nueva instalación, estamos dando un paso importante que beneficiará tanto a Dinamarca como al resto del mundo. Es crucial continuar el desarrollo de alternativas verdes para industrias intensivas en energía y transporte de larga distancia, a través de la investigación, la innovación y la acción. Este proyecto es un ejemplo único de cómo pasar de las buenas intenciones a apoyar activamente la transición energética.«
Por su parte, Niels Erik Madsen, CEO de Skovgaard Energy, añadió: «Hemos alcanzado un hito en Dinamarca. Hasta hoy, hemos podido suministrar abundante energía verde a la red eléctrica, pero no hemos sido capaces de almacenarla o convertirla según las necesidades de la industria. Ahora somos capaces de hacer precisamente eso, al transformar electricidad verde en amoníaco verde.«
Datos clave sobre la planta de amoníaco verde en Dinamarca
- Proyecto: Planta de demostración financiada por el Programa Danés de Desarrollo y Demostración de Tecnología Energética (EUDP).
- Ubicación: Ramme, cerca de Lemvig, Noroeste de Jutlandia, Dinamarca.
- Producción: 5.000 toneladas de amoníaco verde anuales a partir de energía renovable. Esta producción evitará la emisión de 8,200 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
- Energía suministrada: 50 MW de nuevos paneles solares y 12 MW de turbinas eólicas V80-2.0 MW de Vestas ya existentes.
Importancia de la Planta de amoníaco verde en el contexto global
Este proyecto no solo representa un avance tecnológico, sino también un ejemplo tangible de cómo la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles puede implementarse en la industria a gran escala. La producción de amoníaco verde no solo contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ofrece una solución viable para el almacenamiento y transporte de energía renovable, uno de los mayores desafíos de la transición energética global.
En un contexto donde la demanda de soluciones energéticas sostenibles está en constante crecimiento, la planta de amoníaco verde de Ramme se posiciona como un modelo a seguir, no solo en Europa sino en todo el mundo. A medida que más países y empresas se comprometen con la descarbonización, el enfoque innovador de Dinamarca podría ser replicado globalmente, acelerando así la transición hacia una economía baja en carbono.
Vía www.topsoe.com
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