Actualizado: 05/07/2024
Científicos australianos han desarrollado una interesante técnica para eliminar del agua las sustancias químicas tóxicas «para siempre». Al añadir una solución al agua contaminada, los contaminantes se recubren y se vuelven magnéticos, por lo que se pueden atraer y aislar fácilmente.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo de sustancias químicas muy utilizadas en todo el mundo desde la década de 1950, gracias a sus propiedades repelentes del agua y el aceite.
Sin embargo, más recientemente las sustancias químicas PFAS se han relacionado con una serie preocupante de problemas de salud, entre ellos un mayor riesgo de diabetes y cáncer de hígado. Peor aún, un estudio reciente ha descubierto que sus niveles en el agua de lluvia de casi todo el planeta superan las directrices de la EPA y, para colmo, estas moléculas estables son muy difíciles de descomponer, lo que les ha valido el sobrenombre de «sustancias químicas para siempre».
Ahora, investigadores de la Universidad de Queensland han desarrollado una técnica que podría ayudar a eliminar las sustancias químicas PFAS del agua. El equipo diseñó una solución llamada sorbente magnético de polímeros fluorados que, al añadirse al agua contaminada, recubre las moléculas de PFAS. Esto las convierte en magnéticas, por lo que resulta relativamente sencillo utilizar un imán para atraer los contaminantes y separarlos del agua.
En pruebas con pequeñas muestras de agua cargada de PFAS, el equipo descubrió que la técnica podía eliminar en 30 segundos más del 95% de la mayoría de las moléculas de PFAS, incluido más del 99% de GenX, una sustancia química especialmente problemática.
Muchos equipos han investigado formas de descomponer los PFAS, normalmente mediante catalizadores activados por luz ultravioleta o calor. Otros han utilizado hidrógeno o agua supercrítica.
Pero los investigadores del nuevo estudio afirman que su solución magnética tiene algunas ventajas sobre las técnicas actuales de eliminación de PFAS. La propia solución puede reutilizarse hasta 10 veces, puede funcionar mucho más rápido que otras y no requiere energía adicional para desencadenar la reacción.
Nuestro método demuestra que es posible eliminar más sustancias químicas de una forma más rápida, barata, limpia y sencilla. Como nuestro proceso no necesita electricidad, puede utilizarse en comunidades remotas y sin conexión a la red eléctrica. Nuestro equipo ampliará ahora las pruebas y esperamos tener listo un producto comercial en los próximos tres años.
Dr. Cheng Zhang, coautor del estudio.
Vía www.uq.edu.au
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