Actualizado: 05/07/2024
En la búsqueda por soluciones frente al cambio climático, una startup ha decidido mirar hacia los vastos océanos del planeta. La captura de carbono se presenta como una herramienta esencial en esta lucha, no solo reduciendo las emisiones actuales de CO2, sino también retirando y almacenando el dióxido de carbono ya liberado en la atmósfera. Según expertos, este paso es crucial para evitar los peores efectos previstos del cambio climático.
Cómo una startup está utilizando el océano para combatir el cambio climático
Aunque algunas organizaciones se centran en el desarrollo de máquinas que extraen directamente el carbono del aire para su almacenamiento subterráneo o uso en la fabricación de productos como el hormigón, Ebb Carbon está tomando un camino innovador: aprovechar el océano para esta tarea.
El océano como sumidero natural de carbono
El océano actúa como un sumidero natural de carbono, absorbiendo cerca del 30% del CO2 emitido por la actividad humana. Sin embargo, hay un límite en la cantidad de carbono que puede absorber antes de comenzar a liberarlo de nuevo al aire. Este proceso de captura aumenta la acidez del océano, lo que puede dañar la vida marina.
La solución de Ebb Carbon
Ebb Carbon ha desarrollado un sistema de Captura Directa de Carbono (CDR) marino diseñado para incrementar la cantidad de CO2 que el océano puede absorber, al mismo tiempo que reduce la acidez local. El sistema atrapa el carbono ya disuelto en el agua salada, permitiendo que capture más CO2.
Diseñado para integrarse en instalaciones que procesan agua de mar, como laboratorios de investigación oceánica o plantas de desalinización, el sistema separa el agua en una solución ácida y otra alcalina usando electricidad de baja emisión de carbono antes de que el agua se devuelva al océano.
La solución alcalina, al ser bombeada de nuevo al océano, atrapa el carbono disuelto en forma de «bicarbonato», lo que permite que el agua absorba más CO2 del aire y, a la vez, reduce la acidez del agua beneficiando la vida marina local.
La solución ácida, por otro lado, puede ser utilizada en la fabricación de hormigón, cemento u otros productos, generando ingresos que, junto con la venta de créditos de carbono, podrían financiar la planta. Alternativamente, esta solución puede ser neutralizada con olivino antes de ser vertida de nuevo al océano.
Mirando hacia el futuro
Ebb ya opera una planta piloto de CDR marino en el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (PNNL) en Sequim, Washington. Ahora, IEEE Spectrum ha revelado planes para construir una planta cinco veces mayor en Port Angeles, WA. Este proyecto aún debe superar la barrera de la obtención de varios permisos, pero los documentos de solicitud indican que la startup está lista para comenzar un proceso de construcción de cuatro meses este año, seguido de una operación de la planta por 1.5 años.
Según Ebb, la nueva planta permitiría que el océano absorba 500 toneladas adicionales de CO2 por año, convirtiéndola en el proyecto de CDR marino más grande del mundo. Sin embargo, esto solo compensaría las emisiones de unos 35 estadounidenses al año. La geoingeniería sigue siendo un tema controversial, y antes de que Ebb pueda escalar a niveles que realmente marquen una diferencia en la lucha contra el cambio climático, debe asegurarse de que su sistema funcione como se espera y no tenga consecuencias negativas inesperadas en el medio ambiente a gran escala.
El proyecto de Port Angeles podría ser un paso crucial en esta dirección, ayudando a validar la viabilidad de futuras implementaciones comerciales a nivel mundial para mitigar los efectos del cambio climático.
Más información: www.ebbcarbon.com
Beltrán Jaureguiberry dice
Han pensado hacer resistente el fitoplancton a la baja de pH mediante la introducción de genes por ejemplo de la bomba Na/K de levadura u otro gen? Mientras se disminuye el uso de agroquímicos y se limpian las aguas vertidas al océano?.