Actualizado: 05/07/2024
Los ingenieros del Laboratorio de Berkeley han desarrollado un revestimiento de tejado que puede mantener un edificio más caliente o más frío, según el tiempo. Cuando hace calor, el material refleja la luz del sol y el calor, pero este enfriamiento radiativo se desactiva automáticamente en invierno, reduciendo el uso de energía para la calefacción y la refrigeración.
El techo climatizador es una tecnología que se ha visto una y otra vez en el sector de la climatización. La novedad de TARC es que, además de refrigerar el interior de tu casa, también es capaz de calentarla.
TARC (Temperature-Adaptive Radiative Coating) es un revestimiento térmico para techos de casas desarrollado por científicos de la Universidad de California, en Berkeley.
Su fuerza radica en su capacidad para regularse automáticamente en función de la temperatura exterior, sin necesidad de energía.
Este sistema de climatización está diseñado para reducir el consumo de energía en calefacción y refrigeración y mantener un confort térmico óptimo en el interior.
Qué es el revestimiento térmico para viviendas.
El revestimiento térmico para viviendas es un tipo de material que se utiliza en la construcción de edificios para mejorar su aislamiento térmico. El revestimiento térmico se coloca en las paredes, el techo y el piso de la vivienda para ayudar a retener el calor en el interior durante los meses de invierno y a mantener el edificio fresco en los meses de verano. Esto puede ayudar a reducir los costos de calefacción y refrigeración y mejorar la comodidad de los residentes. Además, el revestimiento térmico también puede ayudar a reducir la cantidad de energía que se necesita para calentar o enfriar el edificio, lo que lo convierte en una opción sostenible y eficiente desde el punto de vista energético.
Cómo funciona.
Los techos con propiedades de refrigeración tienen superficies que reflejan la luz solar y parte del calor del aire para limitar la absorción de calor. Aunque esto es útil en verano, sigue funcionando en invierno, enfriando la casa y aumentando la necesidad de calefacción.
Para solucionar este problema, los investigadores de Berkeley utilizaron un material único: el dióxido de vanadio.
Este metal, a diferencia de la mayoría de los metales, actúa como conductor eléctrico sin conducir el calor ni absorber la radiación infrarroja. Sin embargo, cuando la temperatura desciende por debajo de los 67 °C, las propiedades del material cambian. Entonces se vuelve capaz de conducir el calor. Este descubrimiento dio lugar a la tecnología TARC. Los investigadores «doparon», como ellos lo llaman, el dióxido de vanadio sustituyendo una pequeña parte del mismo por tungsteno. El dopaje permite reducir el umbral de 67 °C a 25 °C, la temperatura a la que el material conduce el calor.
Según las mediciones realizadas por los investigadores, el material refleja una media del 75% de la luz solar. Sin embargo, la cantidad reflejada aumenta hasta el 90% a altas temperaturas exteriores. Esto favorece la pérdida de calor, manteniendo fresco el interior de la casa. Por otro lado, en tiempo frío la cantidad de luz reflejada es sólo del 20%, lo que ayuda a retener el calor.
Uno de los objetivos de los investigadores desde el principio fue ayudar a reducir la factura energética de los hogares. Tras las pruebas que han realizado, se puede decir que han conseguido su objetivo. De hecho, llegaron a la conclusión de que el TARC era capaz de ahorrar una media del 10% del coste de la electricidad. Este valor se obtuvo tras realizar más de 100.000 simulaciones energéticas a lo largo de un año. Las pruebas se llevaron a cabo en 15 zonas con diferentes climas. El TARC superó a los revestimientos convencionales en 12 de estas 15 zonas.
Vía www.asme.org
Más información: lbl.gov
Deja una respuesta