Actualizado: 06/07/2022
Un equipo de científicos ha desarrollado un sistema sencillo y económico para desinfectar el yeso y obtener sulfato de amonio. La nueva solución también es capaz de degradar los biofilms que se forman por encima de los moldes.
¿La escayola de un brazo roto? Ahora se recicla.
Un grupo de científicos indios ha desarrollado una técnica para recuperar estos residuos de los hospitales de una manera rentable.
Se trata de un material versátil, sólido, muy extendido y económico. Una sustancia natural que, sólo con la adición de agua, renueva las características de la roca de la que procede.
Los alrededores de París estaban llenos de canteras, de ahí el nombre de Yeso de París, y el químico Lavoisier ya en el siglo XVIII descubrió sus cualidades como fertilizante para la agricultura.
Al mismo tiempo, se trata de un residuo peligroso que siempre se ha incinerado hasta hoy. Sobre todo cuando se trata de usos sanitarios, para moldes de yeso o para hacer moldes en odontología, y contiene bacterias. Ahora, sin embargo, el yeso de las escayolas podría iniciar el camino de la economía circular.
Expertos del Laboratorio Nacional de Química de Pune y del Instituto de Tecnología Química de Bombay aseguran que el nuevo método de reciclaje es sencillo y, sobre todo, no tóxico.
El proceso funciona de la siguiente manera: primero se desinfectan los residuos de yeso y luego se convierten en nuevas materias primas útiles, como el sulfato de amonio. Todo el proceso se realiza a temperatura ambiente y permite obtener, entre otras cosas, material para la producción de polvo para la extinción de incendios y fertilizantes nitrogenados. Además, la producción de carbonato de calcio puede ser útil para la producción de acero.
«La solución al 20% de bicarbonato de amonio también presenta propiedades antibacterianas y antifúngicas – explica Mahesh Dharne, supervisor del proyecto – podría matar los microbios del 99,9% presentes en las muestras de yeso en tres horas«.
Según los doctores Mahesh Dharne, la nueva solución es capaz de degradar incluso los biofilms que se forman sobre el yeso.
«Este método puede ser útil en aldeas y zonas remotas donde no se dispone de instalaciones de eliminación de residuos biomédicos«, explica Dharne. Los resultados del estudio han sido publicados en el International Journal of Environmental Science and Technology.
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