Una barrera de burbujas atrapa los residuos plásticos en los canales de Ámsterdam. La invención bloquea los desechos, pero no afecta a la vida silvestre.
La primera barrera de basura del mundo hecha 100% de burbujas ha sido instalada en Ámsterdam en un intento de recoger los residuos en los canales de la ciudad antes de que lleguen al Mar del Norte.
Una nueva empresa holandesa, el ayuntamiento de Ámsterdam y la junta regional lanzaron la Gran Barrera de Burbujas, un dispositivo sencillo que canaliza la basura -especialmente pequeños trozos de plástico- hacia el lado del canal de Westerdok, donde puede ser recogida. Las pruebas han demostrado que puede desviar más del 80% de los restos flotantes.
Más de dos tercios de los plásticos en el océano provienen de ríos y canales, así que si tienes que interceptarlos, ¿por qué no hacerlo en los ríos?. Pero no se puede poner una barrera física en un canal.
La barrera de burbujas es un tubo largo y perforado que corre diagonalmente durante 60 metros a través del fondo del canal. El aire comprimido es bombeado a través del tubo y sube hacia arriba, y luego la corriente de agua natural ayuda a empujar los residuos hacia un lado. La basura se atrapa en una pequeña plataforma en el lado del Westerdokskade.
Ehrhorn, un arquitecto naval alemán e ingeniero oceánico, se inspiró en una planta de tratamiento de agua que vio mientras estudiaba en Australia en 2015. «En un momento dado airean el agua, y en una gran superficie ponen burbujas de aire como un gran jacuzzi«, dijo.
Al mismo tiempo, tres entusiastas marineros aficionados y amigos holandeses, Anne Marieke Eveleens, Francis Zoet y Saskia Studer, estaban discutiendo el problema con una cerveza en Ámsterdam una noche y se les ocurrió la idea de una cortina de burbujas que tamiza los residuos pero que deja pasar a los peces y a los barcos. Los dos equipos se unieron para trabajar en la idea, con la ayuda de un premio de 500.000 euros del Postcode Lotteries Green Challenge y otros que después llegaron.
La primera barrera operativa en Ámsterdam, que funcionará las 24 horas del día durante tres años, tiene como objetivo complementar las operaciones de dragado, que en la actualidad recogen cada año 42.000 kg de plásticos de mayor tamaño de las vías fluviales de la capital holandesa. Los residuos de la barrera de burbujas se recogerán por separado y serán analizados por el grupo de acción de plásticos Schone Rivieren (Ríos limpios).
Los canales de Ámsterdam tienen un enorme atractivo. Pero cuando piensas en ellos, no piensas en botellas y bolsas de plástico en el agua. La barrera de burbujas significa que menos plásticos llegarán al océano, y es un paso hacia una mejor regulación de nuestro ecosistema, en beneficio del hombre, los animales y el medio ambiente.
Marieke van Doorninck, jefa de sostenibilidad del Consejo de Amsterdam.
Los holandeses viven con el agua y no luchan contra ella: El 50% del país está por debajo del nivel del mar, más de la mitad es propensa a las inundaciones y en 2018 tuvimos una grave sequía. Esta relación especial con el agua combinada con una mentalidad emprendedora significa que la innovación está en nuestro centro. La barrera de burbujas es una solución para el agua limpia para todos.
Bianca Nijhof, directora gerente de la Netherlands Water Partnership.
Rodrigo de Tezanos Pinto dice
Supongo que esta barrera tambien favorece la oxigenacion del agua,
y por ende podria impactar positivamente en la fauna.
¿Podria ser esta hipotesis correcta?