Actualizado: 05/07/2024
En un mundo donde la conservación de alimentos se ha vuelto esencial, Lea Lorenz, una inventora y diseñadora industrial, ha creado «Tony», un refrigerador modular hecho de arcilla que funciona sin electricidad. Este invento no solo es una solución ingeniosa para mantener frutas y verduras frescas, sino que también es un paso adelante en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo funciona Tony?
Tony usa el principio de refrigeración por evaporación. Está fabricado con arcilla Raku, un material que se destaca por su porosidad y capacidad de absorber agua. Cada sección del refrigerador contiene un depósito de agua y un recipiente para almacenar productos frescos, cada uno con su propia tapa, permitiendo que funcionen de manera independiente.
La clave de su eficiencia radica en la superficie exterior de los recipientes y depósitos, diseñada para maximizar la evaporación del agua. Este proceso de evaporación extrae el calor del interior, reduciendo la temperatura entre 13 y 17 °C. Además, se recomienda colocar Tony sobre un soporte alto de madera para protegerlo de fuentes de calor externas y facilitar su movilidad.
Diseño y sostenibilidad
El diseño de Tony no solo es práctico sino también sostenible. La arcilla Raku utilizada proviene de Westerwald, Alemania, reduciendo así las emisiones de carbono asociadas al transporte. Además, la fabricación de Tony implica un proceso de cocción a 1.000 °C, una temperatura más baja que la habitual en la industria cerámica, lo que contribuye a una menor huella de carbono.
Lea Lorenz ha puesto especial atención en la durabilidad del producto. En caso de que el refrigerador deje de ser funcional, los materiales pueden reciclarse, triturándolos para obtener arcilla refractaria, que luego se utiliza para crear nuevos productos.
Un avance sostenible y práctico
Tony representa un avance significativo en la conservación de alimentos y la sostenibilidad. Su capacidad para funcionar sin electricidad y su diseño modular lo hacen ideal para almacenar diferentes tipos de frutas y verduras, manteniendo su frescura y sabor. Este refrigerador no solo es una solución práctica para los hogares, sino también un ejemplo de cómo la innovación y el respeto por el medio ambiente pueden ir de la mano.
Más información: lealorenz.com
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Nestor Rivero dice
Aunque se habla de invento, en realidad es una evolución de un refrigerador pasivo ya desarrollado en África. Un innovador africano desarrolló, usando el principio de evaporación, un «refrigerador». Él ha viajado a diferentes países de África enseñando a diferentes pobladores cómo hacerlos. Es sencillo. Son dos vasijas de barro cocido, cada una con su tapa. La interior va vitrificada por la cara interior, entre la vasija interna y la externa se rellena con arena, y esta se satura de agua. Los alimentos, obviamente, se colocan en el interior. El agua que va filtrándose del interior (de la arena empapada) hacia la cara exterior de la vasija externa se va evaporando. Al hacerlo, enfría todo el sistema, de manera que la temperatura en la cámara donde se colocan los alimentos es de 10 a 15 grados centígrados inferior a la temperatura ambiente.
Jusnjo dice
Enhorabuena, ha inventado el botijo.