Las ventanas se reinventan para ganar en sostenibilidad. Este elemento está cada vez más encaminado a resolver las pérdidas de energía que restan confort a las viviendas. El 25% de las fugas en una casa mal aislada se producen por la fachada y los huecos de las ventanas son los puntos más críticos. Además, hoy en día, la sostenibilidad es uno de los factores más demandados por los compradores, que abarca desde el rendimiento de la ventana para reducir el consumo energético en el hogar hasta la obtención de las materias primas y la fabricación.
Durante los últimos años, la eficiencia energética ha sido el motor de desarrollo del sector. Tener ventanas de PVC soluciona los principales problemas en la eficiencia de la energía que empleamos. Hoy en día se está avanzando también en sostenibilidad y economía circular. Los fabricantes se vuelcan en los análisis del ciclo de vida de sus productos de forma que puedan dar información de su impacto ambiental a los consumidores.
El PVC es el mejor material para tus ventanas
Las ventanas de PVC son la opción más demandada. Las diferencias entre tipologías de carpinterías ya no se establecen en función del material de los perfiles, sino en cuanto a las prestaciones que pueden ofrecer. La mezcla de materiales como PVC, madera y aluminio se está incorporando en los propios perfiles, generando unos sistemas híbridos, pero puede haber ciertas diferencias en cuanto al mantenimiento de estas carpinterías
También tienen limitaciones a las dimensiones máximas con que se pueden fabricar algunos sistemas de perfilería. Así, las ventanas de PVC destacan entre todos los materiales porque tienen un mínimo mantenimiento, siendo necesario tan solo agua y jabón durante su larga vida útil, y se pueden reciclar al 100%.
Los materiales determinan cuánta energía se invierte en extraer las materias primas, tratarlas y conseguir que terminen siendo una ventana. La madera es un material natural y fácilmente extraíble, pero hay que tener cuidado en el tratamiento responsable de los bosques que sirven de cantera.
El PVC vuelve a ganar aquí al ser un material muy aislante, al contrario que el aluminio, que debe contar con rotura de puente térmico para asegurar que el calor no se transmite del interior al exterior de la vivienda. A diferencia de la madera, tanto el PVC como el aluminio tienen procesos de extracción de la materia prima y producción de los perfiles más exigentes a nivel energético y de emisiones. Pero en el caso del PVC, se compensa con su durabilidad.
Innovación constante en tus ventanas
El sector no deja de incorporar innovación. Lo último son las ventanas eficientes, que incorporan la tecnología de adhesión. Eso proporciona una mejor unión con la estructura, posibilitando diseños más abiertos y luminosos. A día de hoy, las ventanas tienen mejor resistencia y durabilidad. También se ha reducido el tiempo de montaje y los materiales en obra.
Si cambias tus ventanas, verás lo fácil que es la intervención y el impacto positivo que tendrán sobre el aislamiento térmico de la piel del edificio. El cerramiento de los huecos es el primer elemento a valorar económica y técnicamente cuando afrontes la rehabilitación energética de tu casa o edificio.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, también conocido como IDAE, si en un bloque de tres plantas de viviendas posterior a 1979 se sustituyen todas las ventanas de vidrio sencillo, se ahorraría muchísimo consumo. Si se cambiaran por un doble acristalamiento bajo emisivo, y los marcos se sustituyeran por otros de altas prestaciones, los ahorros alcanzados pueden oscilar entre un 5,4% y un 8% del consumo total de energía del edificio.
Rehabilitación energética para tu ahorro
El ahorro puede llegar aún más lejos si la rehabilitación energética se realiza simultáneamente tanto en el hueco como en el resto de la envolvente. Si tienes en cuenta que las mayores pérdidas se producen a través de la fachada y la cubierta, el ahorro de energía alcanzados puede superar más de un 40%, según los datos del IDAE en su guía Soluciones de acristalamiento y cerramiento acristalado.
Invertir en aislamiento sale a cuenta, y además, los fondos europeos pueden tirar de la rehabilitación energética. Su impacto para sustituir las carpinterías por otras más eficientes todavía no es el esperado, pero muchos pueden solicitarlo aún. Las subvenciones son claves para que el sector reciba un impulso que le ayude a llegar más lejos y se inyecte la liquidez necesaria.
Ahorro y diseño, todo en uno
Los ciudadanos buscan el ahorro en sus facturas, pero también quieren un diseño funcional de las ventanas. Se trata de que sean capaces de prolongar los espacios hacia el exterior de la vivienda, como si estuvieras en una infinity pool, pero también que se aporten las mayores ganancias de luz natural. En resumidas cuentas, que tengas prestaciones térmicas, ojos al mundo de grandes dimensiones e incluso, que el diseño tenga un protagonismo significativo.
Ahora se busca en el diseño perfiles minimalistas que acompañen a una gran entrada de luz y al confort térmico. El diseño ha de estar al servicio de las necesidades principales de los clientes, y está llegando a otros componentes. Por ejemplo, se busca ocultar las hojas de las ventanas, esconder un poco las manillas y que los perfiles estén recubiertos de otros materiales.
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