Entre las obligaciones legales y éticas de la industria del automóvil, se encuentra la de gestionar el reciclaje de las baterías de los vehículos eléctricos. Dentro de la legislación comunitaria para la protección del medio ambiente, se incluye la gestión obligatoria de las baterías eléctricas de los vehículos cuando han llegado al final de su vida útil.
En Salzgitter (Alemania), Volkswagen Group Components ha inaugurado la primera planta del Grupo para el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos.
Con la puesta en marcha de la planta piloto, el Grupo Volkswagen da un paso hacia la responsabilidad sostenible de principio a fin de toda la cadena de valor de las baterías de los vehículos eléctricos.
El objetivo es recuperar valiosas materias primas como el litio, el níquel, el manganeso y el cobalto en un circuito cerrado junto con el aluminio, el cobre y los plásticos, lo que permitirá alcanzar una tasa de reciclaje superior al 90% a largo plazo.
La particularidad de la planta de reciclaje de baterías es que sólo recicla las que ya no pueden usarse para otros fines.
Antes de reciclar la batería, un análisis determina si sigue siendo lo suficientemente potente como para darle una segunda vida en sistemas móviles de almacenamiento de energía, como la estación de carga rápida flexible o el robot de carga móvil.
No se espera que se reciclen grandes volúmenes de baterías hasta finales de la década de 2020, como muy pronto. Así, la planta de Volkswagen en Salzgitter se ha diseñado para reciclar inicialmente hasta 3.600 sistemas de baterías al año durante la fase piloto, lo que equivale a más de 1.600 toneladas. En el futuro, el proceso podrá ampliarse para manejar mayores cantidades gracias a la optimización continua del proceso.
El innovador proceso de reciclado, que también ahorra CO2, no requiere la fundición en un alto horno, que consume mucha energía. Los sistemas de baterías usados se entregan totalmente descargados y desmontados. Los componentes individuales se granulan en la trituradora y luego se secan.
Además del aluminio, el cobre y los plásticos, también se obtiene el preciado «polvo negro», que contiene importantes materias primas para las baterías, como litio, níquel, manganeso, cobalto y grafito. La separación y el procesamiento de cada una de las sustancias mediante procesos hidrometalúrgicos -con agua y agentes químicos- son realizados posteriormente por socios especializados.
Con este tipo de trabajo, el Grupo alemán estima que se ahorrarán 1,3 toneladas de dióxido de carbono expulsadas a la atmósfera por una batería de 62 kWh producida con cátodos obtenidos a partir de materiales reciclados y usando electricidad de fuentes renovables.
Los componentes esenciales de las baterías pueden utilizarse para producir nuevo material. Gracias a la investigación, sabemos que las materias primas de las baterías recicladas son tan eficientes como las nuevas. En el futuro, tenemos la intención de apoyar nuestra producción de células de batería con el material que recuperamos. Dado que la demanda de baterías y de las correspondientes materias primas aumentará drásticamente, podemos dar un buen uso a cada gramo de material reciclado.
Mark Möller, Director de la Unidad de Negocio de Desarrollo Técnico y E-Movilidad.
Vía vw.com
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