Actualizado: 17/05/2021
Si acceder al agua de forma segura era ya difícil en el municipio puertorriqueño de Loíza antes de que el huracán Irma primero, y el María a continuación, devastasen Puerto Rico, la situación después lo puso aún más difícil. Sin embargo, 600 vecinos de la localidad cuentan con más de 3.200 litros diarios de agua purificada gracias a un sistema alimentado con el sol, instalado en la zona con el apoyo de la fundación Roddenberry -promovida por Rod Roddenberry, hijo del creador de Star Trek-, y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Independiente de la red eléctrica y exento de baterías. Son los dos puntos clave de esta solución bautizada como WARP, de Water Aid and Renewable Power system (sistema de ayuda de agua y energía renovable). La instalaron en solo cinco días este municipio costero del noroeste de Puerto Rico miembros del MIT y de Infinitum Humanitarian Systems (IHS) que, cuando llegaron a Loíza, se encontraron con una ciudad en la que no pocos vecinos llevaban 45 días aguantando sin luz y bebiendo, «muy probablemente», agua contaminada, según explica el MIT.
El mecanismo es un sistema para la purificación del agua contaminada del municipio que funciona solo con la energía del sol para aportar más de 3.200 litros de agua diarios para el consumo de la población de la localidad. Además, barriles para la recolección de agua de lluvia aportan una fuente alternativa si fallan otros recursos.
Aunque la instalación fue rápida y, desde el 25 de octubre, «los grifos están abiertos» en Loíza, hacerlo posible no ha sido tan fácil. Para ello fue necesario crear una nueva versión del sistema que la fundación Roddenberry instala desde 2013 en comunidades de todo el mundo afectadas por desastres como los que enfrentó Puerto Rico.
Así, frente al generador que alimentaba las bombas y el equipamiento para la purificación en el equipo original, se ha pasado ahora a un mecanismo puramente solar. Para ello, se ha incorporado una alfombra solar flexible compuesta por células CIGS (de cobre, indio, galio y selenio). Esta destaca por su extrema durabilidad, así como por su resistencia al agua y por su rendimiento.
Desde lo técnico, los expertos tuvieron también que descartar las baterías. «Los sistemas solares fuera de la red tradicionalmente están diseñados para su uso con baterías. Pero estas requieren mantenimiento, son pesadas y caras, además de no rendir bien a altas temperaturas», enumera las razones Erik Limpaecher, del Lincoln Laboratory del MIT.
Por ello, la versión puesta en marcha en Puerto Rico suple la carencia de baterías con el inversor, que puede funcionar como proveedor de energía de seguridad. Esto ha permitido que WARP esté ya en marcha, operando al margen de la red y sin baterías. «Solo con pulsar un interruptor, la función se activa y aporta hasta 1.500 vatios de energía cuando el sol no brilla», explican desde el MIT.
Otro aspecto con el que se tuvo que lidiar fue el lugar en el que instalar este purificador solar de agua. Para ello no solo fue clave la situación en la que se encontraba Loíza. La oferta de una organización juvenil local para aportar la superficie sobre la que ejecutar la instalación, así como personal para instalar el sistema y para mantenerlo fue también determinante. «Necesitábamos formar a la población local sobre el uso del sistema, porque nosotros nos vamos, pero este se queda», explica Alex Hatoum, el director de IHS.
Ahora, ya de vuelta en Estados Unidos, la mirada de estas entidades se sigue desviando hacia Puerto Rico. Así, mientras la fundación del hijo del creador de Star Treck busca fondos para instalar otro equipo en Las Margaritas, en San Juan, capital de Puerto Rico; los miembros de este equipo ya se plantean su próximo objetivo: desarrollar un sistema que garantice el suministro de agua purificada a 4.000 personas al día.
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