Los arrecifes de coral vivos están formados por «esqueletos» rígidos y porosos en los que habitan los diminutos pólipos de coral que los han construido. Un nuevo proyecto de investigación pretende restaurar los arrecifes dañados más rápidamente que nunca, utilizando esqueletos impresos en 3D del mismo material que los reales.
Proyectos previos han tenido el mismo objetivo, pero esos esqueletos estaban hechos de materiales como el hormigón o los polímeros.
Esto significa que los pólipos de coral que llegan al arrecife han tenido que segregar carbonato cálcico sobre las estructuras, para «hacerlas suyas». Dado que algunos corales crecen a un ritmo de apenas unos milímetros al año, puede llevar bastante tiempo reconstruir los arrecifes de esta manera.
Para acelerar el proceso, científicos de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología (KAUST) han desarrollado una técnica para producir esqueletos hechos completamente de carbonato de calcio.
Conocido como 3D CoraPrint, el proceso comienza con un escaneo en 3D de un esqueleto de coral natural. A partir de ahí, se puede utilizar cualquiera de los dos métodos de impresión.
En uno de ellos, el modelo informático 3D resultante se utiliza para imprimir una réplica del esqueleto, hecha de un material ordinario como el plástico. Ese modelo se utiliza entonces para crear un molde de silicona, que posteriormente se rellena con una tinta de carbonato cálcico «ecológica y sostenible». Una vez que esa tinta se cura en respuesta a la exposición a la luz, el esqueleto de carbonato de calcio terminado se retira del molde.
La otra opción es simplemente imprimir en 3D la réplica del esqueleto directamente con la tinta de carbonato de calcio, que se cura al depositarse en la cama de impresión. En cualquiera de los casos, el producto terminado se siembra con pequeños fragmentos de coral vivo, para poner en marcha el proceso de colonización de pólipos una vez que el esqueleto artificial se coloque en el arrecife.
Según los investigadores, ambas técnicas de impresión tienen sus ventajas y desventajas. Si se crea un molde, se pueden crear muchos esqueletos a partir de él en una rápida sucesión, pero tienen que ser relativamente pequeños para que la tinta se cure. La impresión directa en 3D lleva más tiempo, pero permite crear esqueletos más grandes y con distintas formas.
Con la impresión 3D y los moldes, podemos obtener tanto flexibilidad como imitación de lo que ya ocurre en la naturaleza. La estructura y el proceso pueden ser lo más parecido a la naturaleza. Nuestro objetivo es facilitarlo.
Zainab Khan.
Más información: pubs.acs.org (texto en inglés).
Vía kaust.edu.sa
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