Los 4.872 paneles fotovoltaicos se transportaron en helicóptero hasta una altura de 2.500 metros. Transportaron los 4.872 paneles fotovoltaicos a 2.500 metros de altura en helicópteros, así como todo el equipo necesario para construir la central solar de gran altitud más futurista.
No fue sencillo: imagínese una grúa colgada de un helicóptero y los contenedores en los que vivían los trabajadores que construyeron AlpinSolar, el parque fotovoltaico alpino con una capacidad instalada de 2,2 megavatios, probablemente la más alta de Europa hasta la fecha, en Suiza.
La obra fue firmada por Axpo Group e Iwb (Industrielle Werke Basel, el proveedor de energía de la ciudad de Basilea).
Estamos en el cantón de Glaris, donde Axpo ya tiene una importante estación de bombeo de agua en dos presas: el Limmern y el Muttsee.
Además de generar energía verde a partir del agua, el sistema de bombeo también ha permitido «albergar» la estructura de la planta, que no debe dejar de funcionar ni siquiera durante el largo invierno alpino.
Por el contrario, los ingenieros calculan que la mitad de los 3,3 millones de kilovatios hora se generarán durante los largos meses de frío, principalmente gracias a la nieve blanca que reflejará la luz para generar energía.
La semana pasada, tras intensos trabajos durante los meses de verano -que desafiaron la pandemia, pero también la crisis del Canal de Suez y la consiguiente ralentización del suministro de módulos fotovoltaicos-, se inauguró la capa fotovoltaica situada en un kilómetro de la presa de Muttsee.
La construcción fue realizada por Planeco, una filial de LWB. Esto convierte a AlpinSolar en un proyecto doblemente futurista de 7,2 millones de euros cuya amortización se estima en unos tres años (suponiendo que las cifras sobre el papel se respeten y confirmen las condiciones atmosféricas y el mercado).
La tecnología elegida permite recibir tanto la radiación solar como la reflejada por la nieve.
Los 2.500 metros sobre el nivel del mar garantizan, sin duda, la superación de la niebla que a menudo recorre los valles alpinos durante los meses de otoño. Y eso ha limitado hasta ahora la difusión de proyectos fotovoltaicos a gran escala en los cantones.
Con este proyecto, Suiza, que no es la región más fotovoltaica del mundo (hasta la fecha, las instalaciones producen menos del 6% de la demanda nacional), ha optado por ser valiente. Christoph Sutter, responsable de Axpo para las energías renovables, está convencido de ello y prevé el interés de otras zonas, principalmente Italia, España y Portugal.
La dirección de Axpo no oculta que se trata de un proyecto «arriesgado» desde el punto de vista financiero: en realidad es una prueba de campo para recoger datos científicos y demostrar -incluso a los políticos- que se pueden construir grandes plantas solares con buenos resultados.
La operación está cubierta por un contrato con Denner, una cadena suiza de supermercados de descuento, que ya ha optado por comprar electricidad verde a AlpinSolar durante los próximos 20 años. El precio -aseguran en Axpo- será en todo caso inferior al del mercado.
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