Actualizado: 05/07/2024
En la ciudad de Ámsterdam, una obra de arte muy particular ha captado la atención de los turistas y visitantes. Se trata de unos urinarios al aire libre ubicados en la fachada del Mediamatic Biotoop, los cuales han sido diseñados con el objetivo de recoger la orina de los visitantes para convertirla en abono para el parque.
Pero lo más sorprendente es que estos urinarios cuentan con pantallas de vídeo donde se proyectan obras de arte audiovisual creadas por Kamiel Rongen. Lo curioso es que estas películas han sido creadas con un ingrediente muy natural: la propia orina de los artistas. Inspirándose en los tonos dorados de la orina, Rongen la congeló antes de mezclarla con diferentes sustancias aceitosas para crear un mundo visual en el que la gravedad cambia constantemente. Además, para completar la experiencia, el artista compuso paisajes sonoros que acompañan el acto de orinar.
Usar la orina de una forma más eficiente
Pero este proyecto no solo es una obra de arte, sino también un ejemplo de cómo podemos utilizar la orina de forma más inteligente y sostenible. De hecho, diversas instituciones en todo el mundo están demostrando la utilidad de este recurso al que todos podemos acceder pero que a menudo ignoramos.
Los experimentos han demostrado que la orina puede ser utilizada como fertilizante eficiente, ofreciendo una alternativa a los abonos químicos que son caros y nocivos para el medio ambiente. La mayor parte de la orina que producimos es agua, pero al menos el 5% está compuesto por macronutrientes como el nitrógeno, fósforo y potasio, así como algunos micronutrientes.
¿Cómo usan la orina en Amsterdam?
Una vez recogida, almacenan la orina durante un tiempo para eliminar cualquier patógeno nocivo. Después, la diluyen en agua y ya está lista para su uso. Hay varios métodos de aplicación, pero en este proyecto simplemente usan una regadera para aplicar la orina directamente al suelo de las jardineras, evitando las hojas y los frutos.
Esta iniciativa no solo tiene beneficios para el medio ambiente, sino que también tiene repercusiones a nivel económico en las regiones en desarrollo. Convertir la orina en abono puede tener un valor significativo en estos lugares, por lo que el proyecto tiene beneficios tanto a nivel individual como en operaciones industriales.
Así que, si visitas Ámsterdam, no dudes en orinar en estos urinarios al aire libre. Tu contribución líquida se convertirá en un potente abono para el parque y tendrás la oportunidad de disfrutar de las obras de arte audiovisual de Kamiel Rongen mientras lo haces. Una experiencia única que combina el arte y la sostenibilidad de una manera original y creativa.
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