La Oficina Europea de Patentes (OEP) ha anunciado que Donald Sadoway, profesor de química de materiales del MIT, ha sido nominado como finalista del Premio al Inventor Europeo 2022 por inventar una batería de metal líquido que puede aportar más energía renovable a la red eléctrica.
La batería de metal líquido de Sadoway ofrece unas cuantas ventajas competitivas importantes sobre las baterías convencionales.
Entre otras, pueden fabricarse sin litio, cobalto u otros metales sujetos a problemas geopolíticos o prácticas de explotación y susceptibles de causar considerables efectos adversos sobre el medio ambiente, y pueden fabricarse incluso con minerales de origen local.
Estas baterías de metal líquido se degradan más lentamente y pueden conservar el 99% de su capacidad original a lo largo de 5.000 ciclos de carga, lo que ofrece una vida útil más larga que la de las baterías convencionales. Además, son ignífugas, ya que no contienen elementos combustibles.
Cómo funciona.
Las baterías de metal líquido funcionan igual que las baterías convencionales, sólo que sus componentes son todos líquidos. Usa un metal líquido de baja densidad en la parte superior, un metal líquido de alta densidad en la parte inferior y, en medio, una sal fundida. Así que tienes dos electrodos separados por un electrolito, como en una batería convencional.
Almacenar la energía solar y eólica a gran escala permitiría utilizar la energía limpia producida durante el día en las horas de máxima carga de la noche o la mañana, aumentando la fiabilidad de las energías renovables y ayudando a la sociedad a reducir las emisiones de carbono. La invención de Sadoway «podría reducir el coste del almacenamiento de la energía solar y eólica, proporcionando a los consumidores una energía más asequible y limpia, con el potencial de mitigar el cambio climático de manera sostenible«, dijo el Presidente de la OEP, António Campinos, al anunciar los finalistas del Premio al Inventor Europeo 2022.
Poco después de solicitar la patente de su invento, en 2010, Sadoway cofundó Ambri para convertir las baterías de metal líquido de un prototipo de laboratorio en un producto comercial, con el apoyo de Bill Gates y la petrolera Total.
En 2015, Ambri construyó su primera batería de metal líquido del tamaño de una habitación.
Actualmente, la empresa tiene previsto instalar una unidad de gran tamaño en una urbanización de 3.700 acres para un centro de datos cerca de Reno, una ciudad del estado estadounidense de Nevada. Esta unidad de baterías almacenará la energía de unos 500 megavatios de generación renovable in situ.
Sadoway y su equipo también se esfuerzan por ampliar el alcance de las baterías de metal líquido mediante la investigación fundamental. Señala que su investigación ofrece a los clientes la posibilidad de adaptar cada batería de metal líquido a las materias primas disponibles localmente. «Las baterías en Europa serán construidas por trabajadores locales con recursos locales», dice Sadoway. «Lo mismo ocurre en África y América«.
Más información: Batteries for clean energy: Ambri
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