Actualizado: 15/12/2021
Los insectos son vitales para mantener el equilibrio y la salud de los ecosistemas. Sin embargo, están experimentando una tasa de extinción del 2,5% anual, que podría extinguirlos totalmente en 100 años.
Los insectos son esenciales para el buen funcionamiento de los ecosistemas. Sirven como alimento para otras criaturas, son polinizadores, controlan las plagas y reciclan nutrientes.
Según estudios realizados, más del 40% de las especies de insectos están disminuyendo y un tercio está en peligro de extinción. La masa total está cayendo en un 2,5% por año, lo que indica que pueden desaparecer en un siglo.
Agricultura intensiva.
Según estudios recientes, una de las causas que está llevando a la desaparición masiva de los insectos es la forma de producir alimentos. La agricultura intensiva normalmente usa de forma persistente pesticidas, lo que impulsa la disminución de poblaciones.
Por otro lado, la perdida de tierras con árboles y arbustos, hacen tambien disminuir las poblaciones de insectos.
Las nuevos insecticidas, tales como los neonicotinoides y fipronil, esterilizan el suelo, matando las larvas incluso en zonas próximas a las tierras de cultivo.
Europa está prohibiendo el uso de ciertos pesticidas «mata abejas», Francia ha ido un paso más allá prohibiendo el uso de los 5 pesticidas relacionados con la muerte de las abejas.https://ecoinventos.com/francia-primer-pais-prohibir-cinco-plaguicidas-relacionados-muerte-abejas/
Cambio climático.
Fomenta la proliferación de algunas especies pero les hace tener más hambre. Las temperaturas más cálidas alteran el índice metabólico de los insectos, lo que los lleva a buscar más comida.
El aumento de las temperaturas, propicia que ciertas especies sean más ávidas en la búsqueda de alimentos, lo que puede afectar los cultivos y volverse un ciclo vicioso.
Se requieren más pesticidas, por lo tanto se verán afectados otros tipos de insectos que son beneficiosos para la preservación de los ecosistemas.
Pérdida de biodiversidad.
Con la pérdida de insectos, muchas aves, reptiles, anfibios y peces perderán su fuente de alimento, lo que afectará la cadena alimentaria.
Las especies más afectadas son las mariposas y las polillas. En el Reino Unido disminuyeron en un 50% en las tierras de cultivo, entre los años 2000 y 2009.
Las abejas son importante polinizadores. Sin embargo, se han visto seriamente afectadas. Por ejemplo, en Oklahoma (Estados Unidos) la población de abejorros en 1947 era de seis millones. En 2013 era de 2.5 millones.
La población de escarabajos peloteros ha disminuido considerablemente. Lo mismo ha ocurrido con muchas moscas, hormigas, pulgones, insectos y
grillos. Los expertos dicen que no hay razón para pensar que sus poblaciones se encuentren mejor que las especies estudiadas.
Un pequeño número de especies tiene condiciones para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Un ejemplo de ello es el abejorro
común del este, el cual ha aumentado su presencia dada su tolerancia a
los pesticidas. Pero son pocos los casos, los insectos van a sufrir como lo vamos a hacer los humanos.
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