La startup Cancrie, con sede en Jaipur y cofundada por Akshay Jain y Mahi Singh, está revolucionando el almacenamiento de energía sostenible al crear nanocarbono para baterías utilizando cáscaras de coco. Su tecnología patentada está diseñada para mejorar el rendimiento de las baterías y contribuir a un mundo más sostenible.
Con el aumento de los precios del combustible y la promesa de ofrecer una alternativa ecológica a los motores de combustión tradicionales, el mercado de vehículos eléctricos ha explotado en todo el mundo en los últimos años. Sin embargo, la sostenibilidad de las baterías y las fuentes de energía necesarias para alimentarlas sigue siendo un tema de debate.
“Con la creciente adopción de vehículos eléctricos y fuentes de energía renovable, la demanda de almacenamiento de energía está aumentando. Esto significa que se necesitan más baterías, lo que lleva a una mayor extracción de materiales. Esto pone una mayor presión sobre el planeta al extraer más recursos para la producción de baterías”, comenta Akshay Jain, cofundador de Cancrie.
Para encontrar una solución óptima, Akshay, de 36 años, y su cofundadora Mahi Singh, de 35 años, innovaron al crear nanocarbono para baterías a partir de cáscaras de coco. Se afirma que esta tecnología patentada incrementa el rendimiento de las baterías en un 125%, reduciendo así la necesidad de extraer materias primas para su producción.
“Estamos utilizando desechos para fabricar nanocarbonos, y al añadirlos como componente en las baterías existentes, estamos aumentando su eficiencia. Esto reduce la necesidad de extraer metales raros, haciendo el planeta más sostenible”, añade Akshay.
Un viaje de innovación
Akshay y Mahi se conocieron en la escuela en Jaipur. En 2010, Akshay se mudó a Singapur para realizar un doctorado en ingeniería química en la Universidad Nacional de Singapur. Dos años después, Mahi también se trasladó a Singapur para cursar su maestría en la Universidad Tecnológica de Nanyang. Durante este tiempo, comenzaron a idear esta tecnología.
“Durante este período, intentamos reciclar residuos agrícolas en fertilizantes, combustibles de bajo costo y absorbentes. Después de un año y medio de investigación, logramos un gran avance al convertir los residuos agrícolas en nanocarbono de alto valor para su uso en baterías. Esto marcó un punto de inflexión para nuestro proyecto”, explica Akshay.
Desafíos y soluciones
Mahi señala que, con la creciente adopción de VEs y la energía solar renovable, ambos dependientes de baterías, observaron desafíos en las baterías existentes, hechas con carbones derivados de combustibles fósiles, como la vida útil, la carga, las devoluciones por garantía y la seguridad. Vieron esto como una oportunidad para su innovación.
En 2020, Akshay y Mahi lanzaron su startup Cancrie para comercializar su innovación patentada. Inicialmente, utilizaron 15 variedades de residuos, incluyendo cáscaras de coco, cáscaras de frutas, desechos de papel, cáscaras de palmiste y cabello humano, para convertirlos en nanocarbono útil.
“Desde una perspectiva comercial, encontramos que las cáscaras de coco eran el precursor adecuado debido a su viabilidad comercial y su amplia disponibilidad. Estos precursores poseen ciertas propiedades como alto contenido de carbono, niveles de dureza y contenido de cenizas, lo que los hace una mejor opción”, dice Akshay.
Después del tratamiento térmico de los residuos agrícolas, la startup extrae un polvo negro conocido como nanocarbono. En comparación con las soluciones existentes usadas en baterías, este material tiene una mejor superficie, red de poros, mojabilidad y funcionalidades, lo que mejora las reacciones electroquímicas en las placas de los electrodos a nivel molecular.
Mejora de la eficiencia y la vida útil de las baterías
Tras realizar pruebas de conformidad con las normas BIS para baterías utilizando su nanocarbono a escala industrial, la startup comercializó su producto a los principales fabricantes de baterías en el país. Mahi informa que al menos 3,500 baterías con nanocarbono de Cancrie han llegado al mercado doméstico en Delhi, Navi Mumbai y Pune, Maharashtra.
Estos nanocarbonos han demostrado aumentar la densidad energética de las baterías híbridas de iones de litio en un 125%. En palabras simples, Akshay explica: “Con esto, cualquier usuario de una moto puede recorrer 225 kilómetros en lugar de 100 kilómetros, ya que el rango ha aumentado. Si alguien conduce su moto a una velocidad de 40 a 50 kilómetros por hora, con nuestras baterías puede hacerlo a una mejor velocidad de 60 a 70 kilómetros por hora”.
“Tenemos otras ventajas para las baterías de plomo-ácido, como las de inversores domésticos, donde nuestro nanocarbono ha demostrado mejorar el ciclo de vida de la batería. Cuando estas baterías se cargan, una cantidad significativa de electricidad se pierde en la disipación de calor. Nuestro material causa menos resistencia interna, almacenando la mayoría de la energía en forma de energía química. Esto se traduce en una carga más rápida y mejora el ciclo de vida de las baterías que utilizan nuestro nanocarbono”, añade.
Impacto
Cancrie ha observado una mayor retención de capacidad, lo que demuestra una vida útil más larga que puede alcanzar hasta un 50%, minimizando así las pérdidas por devoluciones de garantía.
Kiran Chinchane, propietario de Laurus Batteries con sede en Mumbai, ha estado utilizando nanocarbono en la fabricación de sus baterías de plomo-ácido durante el último año y medio. “Después de incorporar su nanocarbono en nuestras baterías de plomo-ácido, hemos logrado extender el ciclo de vida de nuestras baterías en un 20 a 25%. Las pruebas de laboratorio indican una reducción en las devoluciones por garantía. Actualmente, hemos reemplazado el 20% de nuestras baterías con su componente de nanocarbono, y espero integrarlo en todas nuestras baterías en el futuro”, comenta.
Por su parte, Amitej, jefe de desarrollo de producto en Cancrie, señala: “A medida que el rendimiento y el ciclo de vida de las baterías han aumentado, no es necesario fabricar más baterías de las que se necesitan para satisfacer los crecientes requerimientos energéticos. Esto también reducirá las emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero. Para 2050, estaríamos reduciendo anualmente cuatro gigatoneladas de emisiones de CO2 simplemente cambiando el material”.
En 2023, Cancrie también fue galardonada con el Premio Nacional de Innovación en Eficiencia Energética por la Oficina de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía.
Personalmente, este viaje ha sido extremadamente gratificante, comparte Akshay. “Cuando comencé este trabajo, no estaba seguro de cómo resultaría. Requiere mucha paciencia, ya que lleva años cosechar los frutos. Hemos construido nanocarbono desde cero y, sobre todo, a partir de residuos. Nos tomó casi 10 a 12 años antes de comenzar a vender. Me da una inmensa satisfacción haber llevado este producto a tal nivel”, concluye.
Más información: www.cancrie.co
Soñador. dice
para que estas noticias nunca llegan a la tienda. Llevo tanto esperando las promesas del grafeno….