El gigante japonés Mitsubishi construirá y probará un sistema de captura de carbono diseñado específicamente para barcos. ¿El objetivo? Para reducir la huella de carbono del sector marítimo.
En 2021, uno de los buques de transporte de carbón de TEPCo se convertirá en el primer buque de captura de CO2
Todo está listo para «Captura de Carbono en el Océano» (CC-Ocean), el proyecto que construirá y probará el primer barco de captura de CO2 del mundo.
La iniciativa está firmada por un grupo de grandes empresas japonesas, incluido el gigante Mitsubishi a través de su división de Construcción Naval. Y el objetivo es ambicioso: adaptar un sistema de captura de emisiones para que las centrales eléctricas lo utilicen en el mar para 2021. Sin embargo, para comprender el impulso motivador que hay detrás de tal empresa, es necesario dar algunos pasos atrás.
En 2018, la OMI corrigió una de las principales deficiencias del Acuerdo de París sobre el clima y logró convencer a 170 países para que firmaran el primer acuerdo mundial sobre las emisiones marítimas. El acuerdo, que en realidad llevó años de agotadoras negociaciones, requiere que la industria naviera reduzca sus emisiones de CO2 «al menos» en un 50% para 2050, en comparación con los niveles de 2008, con el objetivo de seguir trabajando hacia una completa neutralidad. Alcanzar este objetivo significa que para 2030 la mayoría de los buques de nueva construcción tendrán que tener necesariamente cero emisiones.
El texto del acuerdo se refiere a posibles medidas a mediano plazo para hacer frente a los gases de efecto invernadero, incluidos los combustibles de bajo contenido de carbono, nuevas medidas de eficiencia energética y posibles mecanismos basados en el mercado para fomentar la conversión de la energía. Entre los instrumentos incluidos en el paquete tecnológico, pronto podría haber instalaciones de mini DC a bordo.
Para construir la futura nave de captura de CO2, Mitsubishi Shipbuilding está trabajando con Kawasaki Kisen Kaisha y Nippon Kaiji Kyokai. La primera fase requiere un estudio de riesgos y el diseño de la planta prototipo. El sistema se producirá a mediados de 2021 y, tras una serie de pruebas operativas en la fábrica, se instalará a bordo de un buque carbonero operado por la Línea «K» en nombre de TEPCO. Los conocimientos adquiridos se usarán para el futuro desarrollo de tecnologías y sistemas para capturar el CO2 de los gases de escape de los equipos marinos y de los barcos.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Oficina Marítima del Ministerio de Tierras, Infraestructura y Transporte del Japón y tardará unos dos años en completarse.
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