Atraídos por el sueño de una fuente casi inagotable de energía limpia, los científicos han estado investigando los reactores de fusión nuclear durante décadas. Ahora una nueva instalación que está tomando forma en el sur de Francia les proporcionará su mayor campo de pruebas hasta ahora. El ITER se convertirá en el mayor dispositivo de fusión del mundo cuando esté terminado en 2025, y acaba de entrar en una fase vital con el ensamblaje de los millones de componentes que ya están en marcha.
El ITER, o Reactor Termonuclear Experimental Internacional, ha estado en funcionamiento desde 1985 y es uno de los proyectos energéticos más ambiciosos que la humanidad ha emprendido.
Es un esfuerzo de colaboración en el que participan miles de científicos e ingenieros de 35 países, todos trabajando para marcar el comienzo de una nueva era de energía renovable basada en reacciones súper calientes y de alta velocidad que tienen lugar dentro del Sol.
Estas reacciones ven a los núcleos de hidrógeno chocar entre sí bajo las fuerzas del calor y la gravedad extremas, fusionándose para formar átomos de helio y liberando cantidades gigantescas de energía.
Un número de tokamaks experimentales ya están operando alrededor del mundo, pero todos serán empequeñecidos por el ITER de siete pisos. La construcción del edificio para albergar el reactor se completó en noviembre pasado después de nueve años de trabajo, preparando el escenario para los experimentos tokamak que albergarán corrientes de plasma 10 veces más potentes que las actuales.
En lugar de producir electricidad para consumidores finales o aplicaciones industriales, el ITER está diseñado para demostrar que los dispositivos de fusión pueden generar energía a esa escala.
Al hacerlo, se espera que pueda sentar las bases para futuras máquinas que realmente capturen esa energía para producir electricidad, al tiempo que se demuestra la seguridad de un dispositivo de fusión nuclear tan grande.
Sin embargo, hay un camino que recorrer antes de que eso ocurra. La fase de ensamblaje de la máquina se inició hoy en el sitio del ITER en Saint-Paul-lès-Durance, con la asistencia del presidente francés Emmanuel Macron y los líderes de siete países miembros del ITER mediante videoconferencia.
Hay momentos en los que las naciones del mundo eligen superar sus diferencias para encontrarse con un momento particular de la historia. La decisión de lanzar el ITER a mediados de la década del 2000 fue uno de esos momentos. El ITER es una promesa de paz. Cuando los EE.UU., Rusia, China, Japón, Europa, India y Corea contribuyen con sus mejores científicos y conocimientos para el bien común, es una prueba de que lo que une a las personas y las naciones es más fuerte que lo que las separa.
Emmanuel Macron.
Se espera que esta fase de montaje dure cinco años, y requerirá la integración satisfactoria de millones de piezas construidas en todo el mundo. Este proceso ha sido cuidadosamente orquestado, pero en su momento más intenso requerirá alrededor de 2.000 trabajadores para ensamblar los diferentes componentes. Según el plan, se espera que el ITER logre su primer plasma en 2025.
Más información: www.iter.org
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