Un grupo de ingenieros estadounidenses ha mejorado la eficiencia de las cocinas solares con un absorbente de partículas de carbón.
¿Es posible convertir un contaminante peligroso para el medio ambiente y la salud en un componente activo de la transición ecológica? Según una nueva investigación estadounidense, sí.
Un grupo de ingenieros de la Universidad de Houston (EE.UU.) y de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (México) ha encontrado una forma de utilizar el hollín en la producción de energía limpia.
Este material particulado carbonoso, obtenido de la combustión de materiales orgánicos, conlleva una serie de problemas sanitarios y tecnológicos. Pero en las investigaciones realizadas por los profesores Francisco Robles-Hernández y Luis Bernardo López-Sosa, se ha convertido en una herramienta de eficiencia. Los científicos utilizaron el hollín para mejorar el rendimiento y la eficiencia de las cocinas solares, aparatos que usan el calor del sol para calentar, cocinar o pasteurizar bebidas y alimentos.
Los mejores materiales para absorber este calor suelen ser los compuestos de carbono de color oscuro, como el grafeno o los nanotubos. Mejor, pero también más caro. Por eso, el equipo decidió recurrir a una alternativa más barata y fácil de conseguir.
La producción de hollín no requiere energía porque es un subproducto abundante y su reutilización circular puede reducir la huella de carbono. El coste es casi nulo, por lo que es rentable e ideal para la conversión solar.
Francisco Robles-Hernández
Los científicos crearon pellets y revestimientos planos a partir de hollín extraído de la madera quemada y descubrieron que, en la mayoría de los casos, tenía incluso mejores propiedades de absorción del calor que sus homólogos más tecnológicos.
Para poner a prueba su invento, el equipo diseñó una cocina alimentada por energía solar capaz de alcanzar hasta 204 °C. ¿El coste de producción del dispositivo? Unos 150 dólares, mientras que el nuevo revestimiento de hollín sólo cuesta 1 dólar por metro cuadrado. Al mismo tiempo, cuenta con una capacidad de absorción solar un 96% superior a la de los productos comerciales.
Los investigadores afirman que los materiales que absorben el calor a base de hollín podrían utilizarse en destiladores solares, tuberías de calefacción, purificadores de agua y procesos de secado industrial.
Más información: www.sciencedirect.com
Vía uh.edu
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