Actualizado: 04/10/2022
Tener un huerto colorido en primavera, además de ser bonito, es muchas veces funcional. Las flores nos ayudan a atraer polinizadores que aumentarán la producción de nuestras cosechas.
Entre una de las flores favoritas de los polinizadores esta la flor del girasol, una planta que nos dará muchas alegrías, y su fruto (a la vez semilla), las pipas de girasol, que podremos posteriormente tostar para comérnoslas.
Vamos a conocer un poco mas a fondo este cultivo y como podemos sembrarlas en nuestra huerta o huerto urbano para que luzcan hermosos.
Lo ideal primero es elegir la variedad de girasol que queremos sembrar, los tenemos desde girasoles ornamentales (apenas producen pipas de tamaño considerable) hasta girasoles de gran tamaño y altura pudiendo medir hasta 3 metros de altura, los conocidos como Mamut Rosa, luego podemos ir a variedades mas comerciales que se cultivan para consumir la pipa y si tenemos un huerto urbano deberemos escoger variedades mas pequeñas por temas de espacio.
El girasol puede ser cultivado directamente en el sitio definitivo pero también acepta la siembra en semillero y posterior trasplante, lo cual es ideal para intentar adelantar el cultivo de nuestro girasol así que a finales de invierno o principios de primavera haremos el semillero de nuestros girasoles, importante saber que necesitan una temperatura de mas o menos 12ºC para germinar.
Los girasoles consumen bastantes nutrientes así que tener un suelo bien abonado y preparado será fundamental para que se nos desarrolle perfectamente y mas o menos en dos meses empezara a formar la flor.
Una vez lo trasplantemos en su sitio definitivo podemos aprovechar y ponerlo entre los cultivos como la calabaza, el pepino o el calabacín que aumentará la producción de frutos, si ponemos varios juntos deberemos poner entre ellos una distancia de 50 cm uno de otro.
Autor: Toni Frito.
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