Actualizado: 05/07/2024
El ajo es uno de esos ingredientes esenciales en nuestras cocinas que tiene el poder de elevar cualquier plato a otro nivel. Pero, ¿sabías que puedes cultivar tus propios ajos en casa a partir de los que compras en el mercado? Sí, has leído bien, y en este artículo, te mostraremos paso a paso cómo hacerlo.
Compra y selección de ajo
Cuando estés en el mercado, verás cabezas de ajo de diferentes tamaños. Aunque puedes cultivar ajos más pequeños, los más grandes suelen tener un crecimiento inicial más rápido.
Para el proceso que vamos a explicar aquí, no necesitas sembrar los ajos tal y como los compras. De hecho, queremos que los uses en la cocina y aproveches al máximo cada pieza.
Preparación del ajo para su cultivo
Cada cabeza de ajo está formada por una base de la que se desprenden los dientes. Esta base es la que nos interesa porque de ella surgirán las raíces y luego las hojas del ajo. Para preparar el ajo para su cultivo, deberás cortar un centímetro desde la base, donde se formarán las raíces. La parte restante se puede usar en la cocina.
Es importante destacar que el ajo es una planta que necesita de días fríos al inicio para su desarrollo. Una vez que las raíces y las hojas estén bien establecidas, necesitarán días cálidos y mucha luz para realizar la fotosíntesis y llenar los nuevos bulbos.
Siembra y cuidado del ajo
Una vez que hayas preparado las bases del ajo, será momento de sembrarlas. Puedes usar cualquier recipiente que tengas en casa y la tierra que te haya sobrado de otros cultivos. El ajo se adapta muy bien a diferentes tipos de suelo, pero es importante que el agua no se acumule. Para evitarlo, puedes usar una bandeja con agujeros en la base.
Cubre el fondo de la bandeja con cinco o seis centímetros de tierra y coloca las bases de ajo encima. No es necesario que las entierres por completo, basta con que queden un poco cubiertas. Riega la tierra hasta que veas que el agua empieza a salir por la base. Esto nos indica que todo el sustrato está húmedo.
Ubica la bandeja en un lugar con buena radiación solar y mantén el sustrato húmedo, pero no encharcado. Durante los primeros días, verás cómo empiezan a aparecer las primeras hojas de ajo.
Trasplante y cosecha del ajo
Cuando las plantas de ajo tengan unos 5-6 cm y estén bien enraizadas, podrás trasplantarlas a su lugar definitivo. Este puede ser una maceta más grande, un jardín vertical, una caja de cultivo, o directamente en tu huerta. Recuerda mantener la tierra bien aireada y húmeda, pero no encharcada, y exponer las plantas a la luz solar directa.
Si lo que quieres es cultivar una cabeza de ajo completa, debes plantar cada ajo en su propio espacio. Pero si prefieres cosechar las hojas, puedes plantar varias juntas. Así, mientras unas crecen, puedes ir cortando y utilizando las hojas de las otras.
Como ves, el proceso de cultivar ajo en casa es bastante sencillo y no requiere de muchos recursos. Además, te permite aprovechar al máximo cada cabeza de ajo que compras en el mercado. ¿Por qué no darle una oportunidad? Te aseguramos que el sabor de un ajo cultivado en casa no tiene comparación. ¡Anímate a probarlo!
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