Secar las hierbas frescas en casa tiene innumerables beneficios y es tan fácil que no hay razón para no intentarlo.
Secar tus propias hierbas es más económico que comprarlas en el mercado, pero los beneficios de hacerlo en casa no sólo son económicos.
Secar las hierbas constituye una de las maneras más eficientes para usar la planta ya que la mayoría de las hierbas y plantas producen más de lo que podemos consumir en una sola temporada.
Además, se agradece saber que las hierbas con las que estás cocinando fueron cultivadas en las mejores condiciones.
Secar tus propias hierbas y plantas significa que obtendrás todos los beneficios de su consumo frecuente durante todo el año, no solamente en su temporada de crecimiento.
Las hierbas secas son excepcionales para usar en la cocina, la repostería, en infusiones herbales y té, productos de belleza caseros e incluso para confeccionar accesorios para el hogar como las bolsitas de hierbas.
Existen principalmente dos métodos para secar las hierbas: secado al aire y secado mediante un deshidratador.
Cómo preparar tus hierbas para el secado.
Recolectar las hierbas.
Lo primero que tienes que hacer es cortar las hojas de la planta.
Asegúrate de investigar antes de este paso para averiguar cómo se recolectan las hojas de la planta con la que estás trabajando.
Saber las preferencias de corte de cada planta será de gran ayuda no solo para ti sino también para la planta a largo plazo.
El tiempo de recolecta ideal y el método varía según el tipo de planta. Si estás recolectando en la mitad de la temporada, asegúrate de recoger sólo un tercio de la planta para no comprometer su crecimiento. Si, por el contrario, estás recolectando al final de la temporada no pasa nada si cortas la totalidad de la planta.
Lavar y secar las hierbas.
Lava bien las plantas con agua fría. Esto sirve para limpiar insectos, suciedad y polen de las hierbas.
Asegúrate de tener cuidado cuando las estés manipulando sobre todo si es albahaca, ya que son delicadas y fácilmente se rompen.
Agita un poco las hierbas o colócalas en un agitador de ensaladas para quitar la mayor cantidad de agua. Luego, con una toalla o papel absorbente sécalas.
Colócalas en una toalla limpia para dejarlas secar al aire unas horas. Asegúrate de esparcirlas para que no estén encima unas de otras. Puedes acercarles un ventilador, eso ayudará a secarlas más rápidamente.
La meta es quitar la mayor cantidad de humedad posible de las hierbas. Así, evitaremos los hongos mientras se están secando.
Cómo secar al aire tus hierbas.
Este tipo de secado solo es efectivo durante el verano y únicamente en ciertas regiones.
Si vives en una zona geográfica donde hay mucha humedad durante el verano, el secado al aire podría ser prácticamente imposible, tus hierbas probablemente se enmohecerán.
La gran ventaja de este método es que prácticamente todo el mundo puede hacerlo ya que solo se necesita una cuerda y un sitio con buena ventilación. No se requiere ningún tipo de equipo sofisticado ni la ejecución de un proceso complicado.
La gran desventaja es que requiere mucho tiempo para que las hierbas estén completamente secas y, como se mencionó anteriormente, si vives en una zona con alta humedad, necesitarás vigilarlas para prevenir el moho.
- Ata tus hierbas en forma de manojo. Después del lavado y secado pertinente, reúne las hierbas en un manojo. El manojo en cuestión no debería de tener más de 12 ramas. Tienes que asegurarte de que has agrupado hierbas del mismo tipo en el manojo. No quieres que se mezclen juntas hierbas de distintos tipos, ya que cada tipo tendrá un tiempo de secado diferente. Pasa un pedazo de cuerda alrededor de la base varias veces hasta que las hierbas estén bien sujetas, luego ata la cuerda con el trozo que inicialmente dejaste libre.
- Cuélgalas para que se sequen. Usa cuerda para colgar las hierbas y que se puedan secar. Es necesario colgar las hierbas en un espacio que esté bien ventilado y que tenga corrientes de aire que constantemente atraviesen el lugar. Cuelga el manojo de manera que las hojas queden mirando hacia abajo.
Cómo secar tus hierbas con un deshidratador.
Secar las hierbas con un deshidratador es ideal porque es rápido, fácil y existe un porcentaje muy pequeño de que tus hierbas se enmohezcan.
Los deshidratadores pueden ser simples o complicados, económicos o caros, pero secar hierbas realmente no es importante el tipo de deshidratador que tengas. Cualquiera puede hacer esta tarea.
Este es uno de los deshidratadores que puedes hacer tu mismo, y es más que capaz de secar tus hierbas.
Y si quieres aprender más acerca del proceso de deshidratado, entonces aquí tienes un artículo que explica en detalle como se deshidratan todos los tipos de fruta y verduras en casa.
- Calienta el deshidratador. Si tu deshidratador te permite precalentar, este el momento de hacerlo. Cada deshidratador es diferente. No obstante, si el tuyo solo tiene un interruptor de apagado/encendido, puedes saltarte este paso.
- Coloca las hierbas dentro del deshidratador. Este paso puede diferir según el tipo de hierbas que queremos deshidratar. Algunas hierbas como la albahaca y la menta tienen grandes hojas que son fáciles de quitar del tallo. Para este tipo de plantas, vas a querer separar las hojas y ubicarlas en una sola capa dentro de las bandejas del deshidratador. Por supuesto que puedes colocar la rama entera si quieres, pero separando el tallo nos deja mayor espacio dentro del deshidratador y es mucho mejor para secar ya que las hojas no estarán unas sobre otras. Si estás secando hierbas que tienen hojas pequeñas o flores como el romero, la lavanda o el tomillo, es mejor ubicar la rama entera dentro del deshidratador con las hojas o flores intactas. De esta manera se previenen que las hojas caigan dentro del deshidratador y será mucho más fácil de sacar las hojas del tallo una vez estén secas.
Cómo saber cuando las hierbas están listas.
Ambos métodos tienen el mismo resultado.
Debes mirar frecuentemente si las hierbas están lo suficientemente secas. Si usaste un deshidratador, las plantas estarán completamente secas en el transcurso de unas cuantas horas mientras que secadas al aire podría tardar entre una semana o más.
Puedes comprobar el nivel de secado pellizcando las hierbas. Cuando están listas, se desmoronan fácilmente y los vástagos se rompen cuando se doblan. Si todavía hay cierta flexibilidad en la planta, necesitan secar más tiempo.
Si usas un deshidratador, asegúrate de dejar que las hierbas se enfríen después de sacarlas del aparato. Una vez enfriadas completamente, se pueden desmoronar o dejarlas tal cual y guardarlas en recipientes de vidrio.
No te olvides de etiquetar el envase con el tipo de hierba o planta y la fecha del secado. ¡Las hierbas secas pueden parecerse entre sí!
Se puede cocinar con hierbas secas durante todo el año e incluso, ¡saben muchísimo mejor cuando sabes que las hiciste tú mismo!
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