Actualizado: 05/07/2024
Hoy veremos el proceso de siembra de frambuesas congeladas de forma sencilla y efectiva. Para empezar, se recomienda descongelar las frambuesas para que estén blandas y sea más fácil extraer las semillas. Se sugiere colocar las frambuesas en un vaso con agua a temperatura ambiente hasta que se descongelen por completo.
Una vez que las frambuesas estén completamente descongeladas, se presentan dos métodos eficientes para extraer las semillas. En este caso, no se recomienda utilizar licuadoras de mano, como en la siembra de arándanos o fresas, ya que las semillas de las frambuesas son más grandes y podrían romperse.
El primer método consiste en utilizar un colador. Se coloca la frambuesa en la parte superior del colador y se mueve con una cuchara de un lado a otro para separar la pulpa y los jugos que rodean la semilla. Se recomienda lavar la pulpa con un chorro de agua para eliminar los azúcares, ya que podrían provocar el crecimiento de hongos y retrasar la germinación. Luego, las semillas se transfieren a un vaso con agua para eliminar los restos de tejido y asegurarse de que estén limpias.
El segundo método es utilizar un taquito de madera envuelto en un trapo. Colocando la frambuesa en la parte superior, se aprieta suavemente para absorber los jugos con el trapo. Luego, se pueden separar las semillas con el dedo, observando que adquieran un color amarillo, indicando que están limpias. Después, se vuelven a colocar en un vaso con agua para realizar una limpieza adicional y eliminar cualquier resto de pulpa.
Una vez que las semillas estén limpias, se recomienda realizar una limpieza extra con unas servilletas de papel. Es importante que las semillas estén sueltas y de color marrón claro antes de la siembra. Este proceso también se aplica cuando se compran semillas que contienen pedacitos de pulpa.
Para el semillero, se sugiere utilizar un recipiente con tapa que esté completamente cerrado, sin perforaciones en la parte inferior u otros lugares. Esto garantizará que la zona superior, donde no hay sustrato, tenga un alto nivel de humedad para la germinación. Se utiliza tierra negra, que se puede mezclar con fibra de coco para mantener la humedad adicional. Se recomienda llenar el recipiente con aproximadamente 4 o 5 cm de tierra suelta.
Una vez separadas las semillas, se colocan en el semillero lo más separadas posible. Se debe tener en cuenta que las semillas germinarán aproximadamente en un mes o mes y medio, especialmente si provienen de frutas congeladas, ya que necesitan adaptarse nuevamente a un ambiente cálido. Las semillas se colocan superficialmente en la tierra y se riegan hasta que aproximadamente un centímetro esté húmedo. No se debe permitir que el agua llegue al fondo del recipiente. El ambiente hermético y tapado del semillero proporcionará la humedad necesaria para la germinación.
Aquí tienes el proceso completo en vídeo:
Autor: @Miradasbiologicas
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