Actualizado: 09/04/2023
Temprano por la mañana o tarde por la noche: ¿Cuál es el mejor momento del día para regar nuestras plantas?
Hay jardineros que riegan sus plantas a primera hora de la mañana y otros que prefieren hacerlo al final del día. Pero, ¿cuál es el mejor momento para regar las plantas? Buscamos la respuesta a esta pregunta.
Regla número 1: no regar nunca en mitad del día.
Tanto si tienes un jardín, un huerto o plantas en un balcón, la regla es la misma: no riegues tus plantas en las horas centrales del día, es decir, entre las 10 y las 18 horas. ¿Por qué? Es cuando el sol es más fuerte, especialmente de mayo a septiembre. Si riegas tus plantas durante estas horas, el agua puede evaporarse antes de que penetre en el suelo. El resultado es un suelo seco, raíces secas y hojas secas.
¿Cuándo debo regar mis plantas?
¿Cuál es la mejor opción entre regar por la mañana (antes de las 10) y por la tarde (después de las 18)?
No es fácil elegir, sobre todo porque hay muchas opiniones diferentes. Sin embargo, aunque ambas opciones son posibles, es mejor elegir la primera, es decir, regar a primera hora de la mañana.
Regar después de la puesta de sol crea un ambiente húmedo alrededor de tus plantas, lo que favorece el desarrollo de enfermedades fúngicas. Esto es más evidente si vives en una región con noches frescas.
- Por la mañana: podemos ahorrar agua, a esas horas la evaporación es mínima. Ayuda a que no se cree mucha humedad. Evita la posible infección por hongos.
- Por la tarde-noche: No tiene el mismo efecto en la nutrición, ya que las plantas por la noche descansan, es menor su rendimiento y actividad metabólica.
Consejos para el riego.
Algunos consejos para el riego:
- ¿Por qué es necesaria el agua?. Recordarás de la clase de biología que el agua es necesaria para que las plantas realicen la fotosíntesis, el proceso de transformación del agua en azúcar y oxígeno cuando las hojas están expuestas a la luz. Pero el agua hace más que eso, también transporta los nutrientes dentro de la planta, por lo que incluso en los suelos más ricos del jardín, las plantas estarán desnutridas si el suministro de agua es insuficiente.
- ¿Cuánta agua? La regla básica es que tu huerto o camas elevadas necesita un par de centímetros de lluvia cada semana. Si ha llovido, pero no tienes un pluviómetro, o no estás seguro de cuánto ha llovido, consulta la información meteorológica local. O comprueba si la tierra está seca a unos cinco centímetros por debajo de la superficie. Si has puesto mantillo a tus plantas, haz un agujero en el mantillo para llegar al suelo. No te guíes por el aspecto de la tierra, sino que introduce el dedo índice para comprobar si está seca.
- Cuando no llueve. Cuando no ha llovido y la tierra o la capa de mantillo de la parte superior están muy secas, debes regar muy poco al principio, hasta que la capa superior esté empapada; de lo contrario, el agua se escurrirá. Ten paciencia, ya que pueden ser necesarias algunas repeticiones hasta que veas que el agua desaparece en el suelo.
- Piensa en profundidad. Las plantas que se riegan en profundidad desarrollan raíces más fuertes y están más sanas en general. Por tanto, el objetivo del riego es hacer llegar el agua a las raíces de la planta, lo que se consigue mucho mejor regando en profundidad y con poca frecuencia que de forma superficial y frecuente. La profundidad de las raíces de las plantas varía, pero la idea general es empapar el suelo hasta una profundidad de 12-13 centímetros, suponiendo que el suelo tenga un drenaje adecuado. Los suelos arcillosos con mal drenaje retienen el agua y necesitan menos agua porque el exceso de riego puede provocar la putrefacción de las raíces.
- Plantas que necesitan más atención. El hecho de que no haya llovido durante un tiempo no significa necesariamente que tengas que regar todo lo que hay en tu jardín. El lema aquí es: Riega según sea necesario. Si una planta parece marchita y bajo estrés por sequía, necesita agua. Sin embargo, hay algunas plantas que siempre necesitan una atención especial: Cualquier planta recién plantada (ya sea un árbol, un arbusto o una planta perenne) necesita un riego regular al menos durante el primer año. Si no llueve mucho, riega hasta que la tierra que rodea a la planta esté bien saturada.
Además de todo esto, cualquier cosa que hayas sembrado necesita mantenerse constantemente húmedo para poder germinar, ya sea la lechuga de tu jardín o lecho elevado o las semillas de flores silvestres que hayas esparcido. A no ser que llueva todos los días, tienes que regarlas de forma regular, y muy suavemente, para no arrastrar las semillas. Lo mejor es utilizar una manguera o una regadera con una boquilla fina.
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