Actualizado: 10/07/2022
La producción de cuero a partir de animales es una práctica que el ser humano ha llevado a cabo durante miles de años, pero las consecuencias medioambientales de las técnicas modernas de procesamiento han llevado a algunos a buscar una alternativa más ecológica.
Entre ellos se encuentran los científicos del Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia, que han desarrollado un cuero alternativo fabricado a partir de hongos y ahora han demostrado una forma de producir láminas continuas del material a escala comercial.
La producción convencional de cuero tiene una gran carga medioambiental, que comienza con la tierra, el agua y la energía asociadas a la ganadería intensiva.
Pero el procesamiento del cuero también tiene un gran impacto, ya que requiere grandes cantidades de productos químicos tóxicos.
El llamado «cuero vegano», fabricado con materiales sintéticos, evita los problemas relacionados con los productos animales, pero también requiere productos químicos tóxicos para su procesamiento y tarda mucho en biodegradarse. Por tanto, conlleva muchos de los mismos riesgos para el medio ambiente.
Los investigadores del VTT han elaborado una alternativa que creen que puede evitar por completo estos problemas.
El método comienza con redes de material orgánico conocidas como micelio, que se extienden bajo el suelo y sostienen a los hongos a medida que crecen.
El uso de esta biomasa para producir textiles y tejidos es algo que se ha hecho durante siglos, pero a través de sus experimentos, el equipo del VTT ha perfeccionado estos procesos para producir un material parecido a la piel con un tacto y una resistencia similares a la del cuero real.
El material tiene un aspecto y un tacto de cuero y puede ser tan resistente como la piel de los animales. También ofrece la posibilidad de ser coloreado y estampado, y no contiene ningún material de soporte o apoyo.
Géza Szilvay, científico jefe del VTT.
Los científicos presentaron por primera vez su proceso en 2019, pero observaron que seguía existiendo un cuello de botella a la hora de ampliarlo para una producción de tipo industrial.
Esto se derivaba de las limitaciones del cultivo de micelio, que solo podía tener lugar en una forma plana y bidimensional. Los investigadores han presentado una nueva tecnología pendiente de patente que, según ellos, elimina este obstáculo y se basa en la fermentación líquida en biorreactores comunes para aumentar la escala hasta niveles comerciales.
Esta nueva técnica permite a los científicos producir cuero de micelio a gran escala, extendiendo láminas continuas del material a una velocidad de un metro por minuto.
Los científicos afirman que esto puede adaptarse a los métodos de producción industrial de rollo a rollo, y actualmente están explorando aplicaciones como el calzado, los accesorios y las prendas de vestir.
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