En algunos lugares del mundo, millones de niños han crecido en zonas de guerra, donde las minas ocultas plantean a diario una amenaza incluso después de finalizado los conflictos. Dos de esos niños, los hermanos Massoud y Mahmud Hassani, han transformado lo que aprendieron durante su infancia en Kabul (Afganistán) en un dron salvavidas que puede encontrar y detonar minas terrestres perdidas mientras que la gente observa a una distancia segura. Con unos 110 millones minas terrestres esparcidas por todo el mundo, este es un medio eficaz y asequible de deshacerse de ellas que podría ahorrar decenas de miles de vidas al año.
El dispositivo de rastreo de minas inventado por los hermanos Hassani podría ser inmensamente útil en su país, Afganistán y en otros lugares donde decenios de conflictos militares han dejado atrás innumerables minas terrestres, que son muy populares en combate porque son baratas de construir y utilizar.
Ahora viven en los países bajos, donde los hermanos pusieron su ingenio a trabajar, primero en crear un robot de rastreo de minas basado en un juguete que construyeron durante la infancia. Mine Kafon, podría rodar a través de un campo minado y detonar las minas. El dispositivo recibió la atención mundial, y los hermanos sabían que tenían que hacerlo aún mejor.
Durante dos años, han desarrollado un dron anti-minas que realiza una tarea similar que el Mine Kafon, pero con mayor eficacia. Puede despejar minas terrestres 20 veces más rápido que los dispositivos existentes, según Hassanis, con un presupuesto mucho menor. Mientras que quitar a mano las minas es un proceso peligroso y costoso (cuestan tanto como $1.000 por mina, según el tipo), este dron cuesta unos $1.100 para un campo minado completo. Los hermanos estiman que con unas mil unidades de sus drones trabajando alrededor del mundo podrían despejar todas las minas existentes en 10 años.
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