Se rumoreaba desde hace años, pero ya es oficial. Dyson, el popular fabricante británico de aspiradoras, se suma a la carrera de la movilidad eléctrica. Lo hará con una inversión superior a los 2.800 millones de euros con la que espera dar forma a un coche eléctrico “radicalmente distinto” a los que están disponibles actualmente. Ya revolucionó el mundo de las aspiradoras, por lo que habrá que estar atentos a 2020, año previsto para el lanzamiento de este modelo.
Aunque la adquisición en octubre de 2015 de la fabricante de baterías Sakti3 y la posterior aportación del Gobierno británico de fondos a Dyson para trabajar en un nuevo coche eléctrico ya venían marcando la senda por la que se movía la firma, no ha sido hasta ahora cuando se han podido confirmar los planes de la empresa liderada por James Dyson.
La noticia se ha confirmado al hacerse público el contenido de un email interno en el que el propio Dyson informaba a los trabajadores de la empresa de sus planes de futuro y de presente, puesto que la rueda ha empezado ya a girar en las instalaciones de la firma en Hullavington, en las proximidades de la sede principal de la empresa.
Todavía sin prototipo alguno (para su entonces revolucionaria aspiradora sin bolsa, necesitó más de 5.000), son pocos los detalles que han trascendido de ese modelo en el que Dyson plasmará su visión de la movilidad eléctrica. Se sabe que el motor está listo y que ya se avanza en el desarrollo de dos tipos de baterías diferentes.
En ello se emplean expertos de la industria del automóvil fichados por Dyson, que cuenta ya con un equipo de hasta 400 profesionales que se vuelcan en dar forma a su futuro coche eléctrico. “Estamos empezando de cero. Lo que estamos haciendo es bastante radical”, avanza el líder de la empresa, de 70 años, en declaraciones recogidas por The Guardian.
Al margen de las expectativas, es poco lo que se sabe de ese futuro coche con el que la empresa británica tratará de plantar batalla, entre otros, a Tesla. No competirá en precio (Dyson ya ha avanzado que barato, no será), probablemente tampoco en conducción autónoma y se fabricará, previsiblemente, más allá de las fronteras británicas, en principio en el Extremo Oriente.
A partir de ahí, y del hecho de que el coche incorporará la tecnología desarrollada por Dyson para la purificación de aire, los detalles escasean. “La competencia por nuevas tecnologías en la industria del automóvil es feroz y debemos hacer todo lo posible para que los detalles de nuestro vehículo se mantengan en la confidencialidad”, recogía el correo electrónico remitido a la plantilla. Así, hasta futuros avances en el desarrollo o hasta la presentación del modelo, habrá que esperar para saber si Dyson se suma, con este, otro desarrollo revolucionario, como el que le llevó a lanzar la primera aspiradora sin bolsa del mundo.
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