
En un escenario de 4°C de calentamiento global, el 7.5% de los anfibios no podría sobrevivir a eventos de sobrecalentamiento en sus hábitats.
- 104 especies de anfibios (2%) ya sobrepasan sus límites térmicos.
- Con +4 °C, hasta 7,5% no sobreviviría en su hábitat.
- Anfibios terrestres, los más afectados.
- La vegetación y el agua son clave para su supervivencia.
- Pérdida de anfibios afecta ecosistemas y salud humana.
- Es urgente frenar el calentamiento global.
El calentamiento global ya ha hecho inhabitables los hábitats de 104 especies de anfibios
Los impactos de la crisis climática ya son visibles: el 2% de los anfibios estudiados —104 especies de un total de 5.203— ya están sufriendo eventos de sobrecalentamiento que exceden su capacidad fisiológica para sobrevivir. Así lo confirma un reciente estudio publicado en la revista Nature.
Los investigadores analizaron anfibios en diversos microhábitats —terrestres, arbóreos y acuáticos— y cruzaron datos de tolerancia térmica con registros reales de temperatura de la última década. También proyectaron escenarios futuros con incrementos de +2 °C y +4 °C.
Si la temperatura global aumenta 4 °C, el 7,5% de las especies no podrá sobrevivir. Este umbral representa un punto de no retorno con extinciones locales masivas, especialmente entre especies terrestres, que son las más vulnerables al calor extremo.
Factores de vulnerabilidad y distribución geográfica
Los anfibios del hemisferio sur, más cercanos al ecuador, muestran mayor estrés térmico. Pero en el hemisferio norte, aquellos alejados del ecuador son paradójicamente más sensibles al sobrecalentamiento, según el análisis.
Los anfibios arbóreos o acuáticos, por su parte, logran mantenerse más frescos, gracias a su entorno más húmedo o sombreado. Esto resalta la importancia de microhábitats con vegetación densa y cuerpos de agua para su supervivencia.
Un colapso ecológico en cadena
Perder anfibios es perder equilibrio ecológico. Son presa de muchas especies y controlan poblaciones de insectos transmisores de enfermedades como los mosquitos. Su desaparición puede aumentar los brotes de enfermedades y alterar cadenas tróficas enteras.
Actualmente, el 41% de los más de 8.000 anfibios conocidos está amenazado de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. El cambio climático se suma ahora a amenazas ya críticas como la pérdida de hábitat y las enfermedades fúngicas.
¿Cómo podemos protegerlos?
Algunas iniciativas innovadoras, como “spas médicos” para ranas, buscan fortalecer la salud de estas especies contra enfermedades. Pero el estudio enfatiza algo más urgente: preservar y restaurar ambientes naturales con vegetación y agua que les permitan termorregularse durante olas de calor.
Limitar el calentamiento global a menos de +2 °C es clave. Cada fracción de grado cuenta.
Este estudio subraya el papel esencial de los ecosistemas naturales como tecnología climática pasiva. Restaurar bosques, humedales y corredores biológicos actúa como barrera térmica y de absorción de carbono, protegiendo no solo a los anfibios, sino a toda la biodiversidad.
Además, integrar soluciones sostenibles en la planificación urbana y rural —como techos verdes, reservas naturales y sistemas de agua regenerativa— no solo protege fauna vulnerable, sino que mejora la resiliencia humana ante el cambio climático.
Por último, reducir la dependencia de combustibles fósiles, eliminar materiales tóxicos como el amianto en zonas naturales y promover las energías renovables frena el calentamiento en su origen, evitando daños irreversibles en el planeta.
La sostenibilidad no es una opción: es el único camino para evitar un colapso ecológico en cámara lenta.
Más información: Vulnerability of amphibians to global warming | Nature
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