Actualizado: 01/07/2022
La industria cementera generó 2.200 millones de toneladas de CO2 en el año 2016. Para cumplir con los requisitos del Acuerdo de París, requiere la revisión del proceso de fabricación del cemento y promoción de alternativas bajas en carbono.
El cemento es un material de construcción ampliamente utilizado por ser asequible y con abundantes cualidades estructurales.
La producción de cemento ha crecido considerablemente desde la década de 1950. China utilizó más cemento entre 2011 y 2013 que Estados Unidos en el Siglo XX.
Cemento Portland.
En las construcciones modernas se usa el cemento conocido como Portland. La nueva técnica se fundamenta en asar piedra caliza y arcilla en un horno. Luego se muele hasta convertirla en polvo.
Para su producción se requiere la explotación de canteras, lo que causa la contaminación atmosférica en forma de polvo. También requiere el uso de hornos que consumen grandes cantidades de energía.
El proceso químico actual de fabricación del cemento emite altos niveles de CO2. Por este motivo, los líderes de la industria del cemento asistieron a la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Tienen el compromiso de reducir las emisiones en un 16% para el año 2030.
Ante el desafío para el sector, la Asociación Mundial del Cemento y el Hormigón (GCCA) tienen el compromiso de revisar todo el proceso de fabricación del cemento.
Clinker.
Es un componente clave del cemento que emite las mayores cantidades de CO2 en su producción, aproximadamente el 90%.
Para su fabricación se requiere de caliza y arcilla, las cuales se extraen y se trituran. Luego se muelen y se mezclan con otros materiales, como el mineral de hierro o ceniza.
Esta mezcla se lleva a unos hornos cilíndricos enormes para ser calentados a 1.450 ºC. Con el proceso de calcinación, el material se divide en óxido de calcio y CO2.
El Clinker se enfría, se muele y se mezcla con yeso y piedra caliza. Después es transportado a compañías de hormigón premezclado.
Para disminuir las emisiones de CO2, hay que eliminar este ingrediente. Para ello, se están implementando varias estrategias. Una de ellas es el cemento bajo en carbono.
Ladrillos de bio-hormigón.
En diferentes centros de investigación se intenta desarrollar cemento, hormigón y ladrillos sostenibles.
Los cementos alternativos tienen una desventaja. Se encuentran en fase de experimentación y no se aplican a gran escala.
Podemos destacar el ladrillo fabricado a partir de orina humana, o los fabricados con lodos de depuradora, o un ladrillo de hongos más resistente que el hormigón.
El sector cementero está compuesto por grandes productores que son reacios a experimentar cambios en su modelo de negocio.
Para lograr avances se requiere que los gobiernos ejerzan suficiente presión sobre las industrias del sector para conseguir su reconversión.
La industria también trabaja en métodos para la absorción del CO2 que emiten.
Jorge dice
Falta información sobre ese cemento bajo en carbono y las otras medidas