En los últimos cinco años hemos visto algunos avances importantes que demuestran cómo las enzimas pueden usarse para descomponer plásticos comunes, como el PET que se usa para todo, desde las botellas de bebidas hasta los envases de champú. En la búsqueda de una economía circular para los residuos plásticos, los científicos han descubierto ahora una nueva enzima que descompone aún más uno de los principales bloques de construcción de plástico que deja este proceso, dejando moléculas simples que pueden reutilizarse en nuevos productos.
En 2016, unos científicos japoneses descubrieron una bacteria con un apetito natural por los plásticos PET, utilizando enzimas para descomponerlos en cuestión de semanas. Los investigadores de la Universidad de Portsmouth consiguieron diseñar una versión más eficaz de esta enzima, llamada PETasa, y en 2020 la combinaron con otra llamada MHETasa para formar una superenzima que digiere los plásticos de PET a una velocidad seis veces mayor.
Lo que queda tras el proceso son los dos componentes químicos del PET, el etilenglicol (EF) y el TPA, y uno es más problemático que el otro.
Mientras que el EG es un producto químico con muchos usos, forma parte del anticongelante que pones en tu coche, por ejemplo, el TPA no tiene muchos usos fuera del PET, ni es algo que la mayoría de las bacterias puedan siquiera digerir. Nuestro grupo demostró entonces que esta enzima, llamada TPADO, descompone el TPA y prácticamente sólo el TPA, con una eficacia asombrosa.
Jen DuBois, autora del estudio.
Los descubrimientos anteriores del equipo se han realizado estudiando estas enzimas en la Diamond Light Source Facility del Reino Unido, que las hace estallar con haces de potentes rayos X. El resultado es un modelo de altísima resolución de la enzima que revela los átomos individuales de su interior, mostrando cómo el TPADO lleva a cabo sus funciones de consumo de TPA. Al igual que en su trabajo anterior, este increíble detalle ofrece un modelo para que los científicos diseñen versiones aún más eficientes de la enzima.
En los últimos años se han producido avances increíbles en la ingeniería de las enzimas que descomponen el plástico PET en sus componentes. Este trabajo va más allá y estudia la primera enzima de una cascada que puede descomponer esos componentes en moléculas más simples. Éstas pueden ser utilizadas por las bacterias para generar productos químicos y materiales sostenibles, lo que es esencial para fabricar productos valiosos a partir de los residuos de plástico.
John McGeehan, autor del estudio.
Más información: www.pnas.org (texto en inglés).
Vía www.port.ac.uk
Deja una respuesta