Las esponjas vegetales nos sirven para exfoliar la piel, eliminar células muertas o estimular la circulación. A continuación te hablamos sobre su cultivo y usos.
Las luffas o esponjas vegetales pertenecen a la familia de las Cucurbitaceae o calabazas, junto con sus primos algo lejanas: calabazas, sandías, pepinos, melones y calabazas de cáscara dura. Es también conocida como loofa o loofah.
Por lo general, son cultivadas específicamente para esponjas. Para ello hay que dejar que los frutos maduren hasta que se tornen amarillos o parduscos y luego pelarlos para revelar la matriz de los tejidos fibrosos duros que hay en su interior y que se convierten en unas maravillosas esponjas naturales.
Son resistentes a la suciedad, no son abrasivas y se usan para lavar el cuerpo, los platos, el suelo o el coche.
¿Cómo cultivar calabazas de luffa para hacer esponjas?
Es necesario un suelo bien drenado pero húmedo, necesitan mucho sol y el terreno debe estar enriquecido con abundante compost. Necesitan mucho espacio para extenderse o un enrejado resistente para trepar.
Requiere de una temporada larga para madurar (150 a 200 días cálidos). La mayoría comienza con las semillas en macetas de 12 a 15 cm, unas semanas antes de la época de siembra y luego la trasplantan al aire libre, cuando el clima es más cálido.
¿Cómo recoger la cosecha?
Se recogen cuando está maduras, están listas cuando la piel verde se pone amarillo oscuro o completamente marrón y se separa de la fibra interior y la fruta se siente ligera. Hay que dejarla colgando en la vid el mayor tiempo posible para un máximo desarrollo. La fruta que no madura con suficiente fibra dura es mejor mezclarla en el abono.
¿Cómo pelar una calabaza seca de luffa para hacer una esponja?
El primer paso es quitar la piel externa. En caso de que esté agrietada, puede arrancarlo en pedazos. Si está intacta, aplaste la fruta suavemente hasta que aparezcan grietas. Si la piel está muy seca, remoje en agua unos minutos y así le será más fácil.
Luego quite la piel, sacuda las semillas y séquelas a temperatura ambiente durante unos días; puede guardarlas para el próximo año. Para lavar la savia de la esponja puede usar un chorro de agua fuerte o use un cubo con agua y lavaplatos.
Si tiene manchas, puede usar un blanqueador que no tenga cloro. Una vez limpias séquelas al sol, dándole vueltas hasta que estén bien secas. Puede guardarlas en bolsas de tela para evitar que se llene de polvo y así se conservarán durante mucho tiempo.
Usos de las esponja luffa.
Puede usarlas enteras, cortar secciones planas de la capa exterior para almohadillas de fregado. En algunas zonas, la fibra seca la utilizan para fabricar filtros, plantillas, manteles de mesa, sandalias y otros productos.
Los artesanos usan rebanadas de la esponja seca en los jabones para crear bonitas rondas de jabón todo en uno. Los dermatólogos recomiendan dejar secar bien después de su uso y reemplazarla después de tres semanas.
Para mantenerla libre de gérmenes es necesario humedecerla con agua con un poco de lejía, una vez a la semana y después dejar secar bien.
En muchas partes del mundo, las flores y frutas muy jóvenes las utilizan en la cocina, para preparar ensaladas, sopas, guisos, frutas o salteadas y hasta en empanadas.
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