Actualizado: 06/10/2022
El primer pasillo de supermercado 100% libre de plástico es al fin una realidad en Amsterdam. Lo acaba de inaugurar la cadena Ekoplaza y, aunque se trate de un único lineal, el hecho marca el paso en un universo, el de las superficies comerciales, infectado por la epidemia del plástico que se extiende por todo el mundo. Considerada como punto emblemático en la lucha global contra este material, esta iniciativa puede señalar el camino a otros jugadores del sector, además de ofrecer a los clientes algo que, hasta ahora, se resistía: una opción de compra libre de plásticos.
Y esa opción, aunque suene difícil de creer, se extiende en este supermercado a hasta 700 productos que van desde la carne a los lácteos, pasando por los cereales, el chocolate e incluso las salsas. En todos estos casos, se reemplazará el envase plástico por opciones más sostenibles, a base de nuevos biomateriales compostables, o de clásicos como el cristal, el metal o el cartón.
También se desprenderán de envoltorios plásticos en ese piloto, posible gracias a la alianza entre Ekoplaza y A Plastic Planet, las frutas y verduras. La medida, aún lejana en lo geográfico, responde así al malestar creciente que está generando el sobreenvasado de alimentos en fresco. Prueba de ello, la campaña #DesnudaLaFruta, activada en España para la denuncia pública de esta cuestión, así como para la concienciación y la reivindicación. Lo que se pretende es que los pasillos libres de plástico que ahora estrena Holanda se extiendan, también aquí.
«Sabemos que nuestros clientes están hartos de lidiar con productos rodeados, capa a capa, de gruesos envases plásticos”, sostiene en un comunicado el máximo responsable de Ekoplaza, Erik Does. No son muchos en su industria los que revalidarían sus palabras y, menos, su iniciativa.
«Los principales supermercados de Europa deben seguir el liderazgo de Ekoplaza e introducir lineales sin plásticos como primer paso para empezar a cerrar el grifo a este material”, exige al hilo Sian Sutherland, cofundadora de A Plastic Planet. Esta no duda en calificar de hito una iniciativa que, subraya, abre la puerta a un futuro “en el que el público pueda elegir si comprar con plástico o sin plástico”.
Este primer paso no se quedará simplemente en lo simbólico, sino que ira a más. De hecho, esta superficie comercial especializada en productos orgánicos prevé implantar el pasillo sin plásticos en todos y cada uno de los 74 establecimientos con los que cuenta en Holanda a lo largo de 2018. El próximo se inaugurará en junio en La Haya, cuyos consumidores tendrán también desde entonces la opción de no contribuir a la proliferación de residuos plásticos con sus compras del día a día.
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