Actualizado: 11/03/2023
Inergio, una start-up con sede en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, ha desarrollado una pila de combustible ecológica, ligera y ultraeficiente para superar los problemas de suministro de energía en ausencia de red eléctrica. El prototipo, que acaba de ser presentado, tiene un amplio abanico de aplicaciones: drones de reparto, estaciones meteorológicas, sensores medioambientales, antenas de telecomunicaciones e incluso camping.
Estaciones meteorológicas y sensores medioambientales en las montañas, control remoto de oleoductos, drones o incluso para uso en acampadas: muchas zonas se beneficiarían de un suministro de energía pequeño, duradero y ecológico.
Con esta idea, la empresa Inergio, con sede en el Parque de la Innovación de la EPFL, ha desarrollado una pila de combustible miniaturizada que es un 80% más ligera que los modelos de la misma potencia que existen actualmente en el mercado.
Acaba de finalizar un prototipo que puede producir 25 vatios de forma continua con una célula de 25 centímetros de largo por 14 de alto y ancho. El siguiente paso es probar el dispositivo en varias empresas y desarrollar una línea de producción piloto.
De siete a ocho horas de autonomía para un dron de reparto.
Las pilas de combustible -incluidas las de hidrógeno, que se espera que impulsen los coches del futuro- representan una alternativa prometedora para lograr la neutralidad del carbono. Convierten un combustible y una sustancia que permite su combustión directamente en energía. La reacción libera electricidad, agua y calor.
La tecnología empleada por Inergio, denominada Pila de Combustible de Óxido Sólido (SOFC), funciona a alta temperatura (650°C) pero tiene la ventaja de producir electricidad con un muy buen rendimiento sin emitir contaminantes.
Sin embargo, el calor liberado suele requerir aislamiento, lo que lo limita sus aplicaciones. «El logro de 15 años de investigación en laboratorio«, señala el director general, «es haber localizado la zona de alta temperatura en una pequeña superficie en el corazón de la batería. Esto ha permitido miniaturizar el aislamiento y obtener un sistema tres veces más ligero para la misma eficiencia.«
El sistema desarrollado por Inergio funciona actualmente con un combustible como el butano o el gas natural, que suministra el ánodo, mientras que el oxidante es el oxígeno del aire. Además de electrones, la reacción produce vapor de agua y una pequeña cantidad de dióxido de carbono.
La gran ventaja es que el butano está disponible comercialmente a un precio reducido. En forma líquida, es mucho más ligero y fácil de transportar que el hidrógeno. El hidrógeno, que todavía es difícil de producir, también puede usarse en el futuro, haciendo que la pila sea aún más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Mahmoud Hadad.
La autonomía de la micropila de combustible, conectada a un cartucho de butano/propano, es hasta 20 veces mayor que la de una batería de iones de litio del mismo tamaño.
Por ejemplo, con una célula de cuatro kilos es posible producir 500 vatios y dar a un dron de reparto una autonomía de unas siete u ocho horas, frente a los 60 minutos actuales. El sistema es modular y puede suministrar entre 25 y 500 vatios según la aplicación. En lugares remotos, como las montañas, tiene la ventaja de ser una fuente de energía segura y silenciosa que no depende de las condiciones meteorológicas y no requiere ninguna intervención durante largos periodos.
Mahmoud Hadad.
Este año, la empresa se ha propuesto conseguir un sistema todo en uno en un volumen menor que una caja de zapatos. De este modo, el sistema puede transportarse fácilmente o colocarse en unidades de control y es capaz de ofrecer un rendimiento estable durante decenas de miles de horas.
Vía actu.epfl.ch
Más información: inergio.ch
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