Actualizado: 02/01/2020
Son muchos, por suerte cada vez menos, los detractores del almacenamiento en baterías de la electricidad generada por fuentes renovables, sea energía solar o eólica como más representativas. Pero los resultados que se están obteniendo proyectos como la mega batería Hornsdale, instalada por Tesla el año pasado en el sur de Australia, son cada día más incuestionables. El dato, se invirtieron 66 millones de dólares en su construcción, un año después, se ha amortizado un tercio de su valor. Es decir, en 3 años estará completamente pagada la inversión y a partir de ahí, generará 100% de beneficios.
Antes de su construcción, era habitual escuchar a algunas personas en Australia decir, que el dinero invertido en esta mega-batería supondría una enorme carga para las facturas de los clientes locales de por vida. Ahora ven como esta batería es y será una fuente de ingresos para Neoen, la empresa francesa propietaria de la misma y el parque eólico contiguo.
Según The Guardian, Neoen recuperará más de un tercio de la inversión de 66 millones de dólares en su primer año de funcionamiento. Un retorno de la inversión de tres años es algo que debería hacer pensar a otras empresas reticentes hasta ahora a este tipo de inversiones. Cuando hablamos de combustibles fósiles, el tiempo de amortización de la mayoría de sus plantas generadoras e infraestructuras se suele medir en décadas, no en unos pocos años.
Neoen informa que la instalación de Hornsdale tuvo ingresos de 9 millones de dólares en servicios de red – en su mayoría estabilización de frecuencia – durante los primeros 6 meses de operación. Casi 2,5 millones de dólares de esa cantidad provienen de un acuerdo de 10 años con el gobierno de Australia del Sur para proporcionar capacidad de reserva a la red local. Duplicar esa suma durante los primeros 12 meses de funcionamiento da como resultado unos ingresos de 18 millones de dólares.
Además, Neoen espera recibir otros 7,5 millones de dólares en el primer año por la venta de electricidad almacenada a la red, lo que eleva los ingresos totales para el año a más de 25 millones de dólares. Neoen no ha publicado cifras sobre sus gastos operativos, pero las cifras que ha hecho públicas sugieren que la batería de Hornsdale es un gran negocio.
Los números del proyecto Hornsdale están superando todas las expectativas, pero la rentabilidad de este tipo de instalaciones de almacenamiento podrían reducirse un poco en el futuro a medida que más proyectos de este tipo se pongan en funcionamiento.
Neoen quiere usar estos beneficios para aumentar su capacidad de almacenamiento de energía de baterías en Australia de 2 GW a 5 GW, según The Guardian. Ya se está llevando a cabo la instalación de una batería de 20MW como parte de un parque eólico de 194MW en el centro de energía verde de Bulgana en Victoria, y Neoen ha propuesto la construcción de una instalación de almacenamiento de 50MW cerca de Kaban en Queensland.
El gobierno de Australia está ahora en manos de intereses cercanos a los combustibles fósiles, que quieren impulsar la generación de carbón, el cambio climático y las emisiones de carbono del país. Recientemente, el nuevo ministro de energía, Angus Taylor, afirmó que el gobierno no tiene planes para aumentar la cuota de energías renovables más allá de 2020.
Pero, a pesar de los muchos intereses y la presión de los grupos a favor de los combustibles fósiles, el carbón ya no puede competir con la energía eólica y solar gracias al almacenamiento. Esa es la realidad.
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