Actualizado: 14/07/2022
Un nuevo estudio de la Universidad de Manitoba (Canadá) prevé que entre 2060 y 2090 las regiones situadas al norte de los 66º de latitud recibirán más agua que nieve. Con consecuencias globales.
Pronto lloverá más que nevar en el Ártico como consecuencia del calentamiento global. Muy pronto: 30 años antes de lo previsto.
El otoño será la estación más alterada por el cambio climático por encima de los 66º de latitud norte. En el Ártico central, por ejemplo, las precipitaciones otoñales superarán a las nevadas ya en 2060, en lugar de la década de 2090 estimada hasta ahora.
Será un cambio que marcará una época y cuyas consecuencias no se limitarán al Ártico, sino que se sentirán en todo el mundo. Así lo revela un estudio de la Universidad de Manitoba publicado en Nature Communications. Por el momento es imposible estimar con precisión estas consecuencias. No sabemos cuánto, pero sí sabemos qué va a cambiar.
Menos nieve significa una mayor superficie de Ártico sin congelar.
Mientras que la nieve blanca refleja mucha radiación solar, el agua del mar absorbe bastante más. Por lo tanto, se producirá una aceleración del calentamiento global generada por el aumento de la entrada de energía del Ártico.
Derretimiento del hielo, incluido el terrestre, que provocará la subida del nivel del mar en todo el mundo. El permafrost, que contiene grandes cantidades de metano pero también peligrosos patógenos humanos como el ántrax, se derretirá más rápido.
Un Ártico más húmedo que nevado, y por tanto más cálido, hará que los extremos climáticos fuera de la región sean aún más intensos y frecuentes.
Alterará la corriente en chorro, cuyas oscilaciones hacia el sur se asocian a lluvias torrenciales y olas de calor extremas en Europa, Asia y Norteamérica, así como a olas de frío inusuales como la que congeló Texas y el norte de México el pasado mes de febrero.
Hay más malas noticias. Estos cambios ya están en marcha y detenerlos puede resultar imposible incluso si las temperaturas globales se mantienen por debajo de 1,5°C. Como dice el último informe del Ipcc sobre el cambio climático, publicado en agosto de 2021, el calentamiento global antropogénico ya ha desencadenado procesos que no se detendrán durante siglos o incluso milenios, independientemente de lo que hagamos con el clima a partir de ahora.
Más información: Nature Communications (texto en inglés).
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