Actualizado: 25/03/2023
La electrificación de las flotas no es la única forma de descarbonizar el sector del transporte, sino que también se necesitan soluciones alternativas, como los combustibles sintéticos. Esta es la convicción del director general de Porsche, Oliver Blume, que explicó una de las piedras angulares de las estrategias de la empresa con sede en Zuffenhausen para lograr la neutralidad del carbono «para 2030» en la ceremonia de inauguración del Porsche Experience Center en el circuito de Franciacorta (en la provincia de Brescia).
El fabricante sigue «una doble vía»: la electrificación de la gama, por un lado, y el desarrollo del e-Fuel, por otro.
Las declaraciones del directivo alemán, deben leerse en el actual debate sobre la posible prohibición de la venta de coches con motor de combustión interna, uno de los temas más candentes del sector del automóvil.
Toyota, por ejemplo, ha vuelto a desarrollar motores alimentados por hidrógeno, y un importante proveedor como Bosch ha pedido repetidamente a las instituciones europeas que adopten una visión más amplia que incluya los combustibles alternativos.
El Grupo Volkswagen ha convertido la electrificación en el centro de su estrategia de futuro, pero al mismo tiempo nunca ha dado indicaciones precisas de un adiós a los endotérmicos, salvo para algunas marcas concretas.
Para Blume, en particular, los e-Fuels representan una solución alternativa a las baterías, no sólo para «hacer funcionar el enorme número de Porsches antiguos que aún circulan por las carreteras de todo el mundo«, sino también para lograr la llamada neutralidad en carbono: «Para alcanzar los estrictos objetivos que Porsche se ha fijado, se necesitan otras tecnologías: los e-Fuels son una de ellas y, entre otras cosas, tienen la ventaja de poder beneficiarse del impulso del sector de la aviación, que no podrá prescindir de ellos«.
El razonamiento también debería funcionar desde el punto de vista económico: «Hoy, un litro de e-Fuel cuesta unos 10 dólares«, explicó Blume. «Sin embargo, cuando estemos a pleno rendimiento, el coste bajará drásticamente, a 2 dólares. Una cifra no muy alejada del precio de la gasolina y, por tanto, asequible para los usuarios.»
En el ámbito de los combustibles sintéticos, Porsche también está a la vanguardia del desarrollo de tecnologías de producción. La semana pasada se puso la primera piedra de la primera planta del mundo para la producción de combustibles descarbonizados en Chile.
El consorcio Highly Innovative Fuels, formado por Porsche, Enel, Siemens y varias empresas petroleras locales e internacionales, construirá una planta industrial que, ya en 2022, podrá producir hidrógeno verde gracias a electrolizadores alimentados por un parque eólico de 3,4 MW.
El proyecto, respaldado por inversiones de 38 millones de euros, prevé un aumento gradual de la capacidad de producción: de los 130.000 litros de gasolina iniciales se pasará a 55 millones de litros en 2024, y luego a 550 millones en 2026.
Porsche ya ha empezado a hacer pruebas con el nuevo combustible en sus coches de competición con motor de combustión y, en particular, en uno de sus modelos más populares, el 911. «Nuestras pruebas con combustibles renovables«, explica el director de Investigación y Desarrollo, Michael Steiner, «van muy bien. Los E-Fuels reducirán las emisiones fósiles de CO2 en los motores de combustión hasta en un 90%. Entre otras cosas, a partir de 2022 utilizaremos el primer combustible de Chile en los coches de la Supercopa Porsche Mobil 1«.
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