La empresa británica McMurtry Automotive ha presentado su nuevo Spéirling, un supercoche eléctrico en miniatura con un sistema de ventiladores al estilo de Gordon Murray en la parte trasera capaz de generar más de 500 kg de carga aerodinámica en parado.
El Spéirling es un pequeño monoplaza diseñado exclusivamente para su uso en pista, al menos de momento. Su carrocería de carbono sólo mide 3,2 m de largo, 1,05 m de alto y 1,5 m de ancho, lo que le permite cortar el aire con mayor eficacia.
Está propulsado por un sistema de tracción trasera de dos motores de eje eléctrico diseñado por McMurtry, que funciona con un paquete de baterías de 60 kWh situado en el centro.
Las características definitivas de potencia aún no están disponibles, pero la empresa promete que ofrecerá al menos un caballo de potencia por kilogramo de peso, con una cifra de peso final inferior a los 1.000 kg. Será suficiente potencia, dice la empresa, para llegar cómodamente de 0 a 300 km/h en menos de nueve segundos.
Para hacer pasar esa potencia por sólo dos pobres neumáticos traseros de 240 pulgadas -y, de hecho, para ayudarle a ejercer una gran fuerza G en las curvas con una distancia entre ejes tan estrecha-, McMurtry ha decidido instalar ventiladores de 80 caballos bajo el coche, que pueden generar más del 50% del peso del coche en fuerza descendente incluso antes de que empiece a moverse.
El único otro coche del mercado que hace este tipo de cosas es el T.50 no eléctrico de Gordon Murray, con su V12 Cosworth y su disposición de ventiladores que chupan el suelo. Curiosamente, el monstruo de Murray también pesa menos de 1.000 kg.
Mientras que la mayoría de los coches eléctricos son muy silenciosos, el sistema de ventiladores del Spéirling hace mucho ruido: 120 decibelios, similar al de una turbina de avión. Se trata de un estruendo que podría no ser bienvenido en algunas pistas de carreras.
No sabemos cuándo ni dónde se lanzará, ni cuánto costará; el Spéirling es todavía un prototipo en fase inicial con algo de trabajo por delante.
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