Actualizado: 05/07/2024
A medida que el sector marítimo se va descarbonizando, las grandes velas podrían volver a aparecer. La compañía China Merchant Energy Shipping ha recibido un nuevo superpetrolero cuyas cuatro grandes velas reducirán el consumo medio de combustible en casi un 10%.
Los barcos con motor diesel son sucios, ya que los más de 50.000 buques mercantes en servicio contribuyen a un 1,7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y aunque el metanol y el amoníaco se consideran alternativas prometedoras de energía más limpia, la tecnología dista mucho de poder usarse a gran escala actualmente.
Las velas se conocen muy bien, y desde hace al menos 10 años vemos conceptos y planes para devolver las grandes velas al sector del transporte marítimo de carga y de pasajeros.
Ahora, la empresa china Dalian Shipbuilding Industry Co ya ha realizado su primera entrega. El M/V «New Aden» es un superpetrolero de 333 m de la clase «Very Large Crude Carrier».
Este coloso lleva un sistema de energía eólica relativamente modesto, pero innovador. Cuatro velas retráctiles, cada una de las cuales se eleva 40 m desde la cubierta y presenta una superficie de 1.200 m2, están montadas cerca del centro de la larga cubierta.
Estas palas, ligeras y resistentes a la corrosión, están compuestas de fibra de carbono y pueden subirse o bajarse con sólo pulsar un botón.
El sistema «Aerofoil Sails Intelligent Control» está diseñado para supervisar constantemente las condiciones imperantes, así como los datos de navegación, y ajustar continuamente el ángulo de las velas para aprovechar al máximo el viento disponible.
Al ser una instalación relativamente pequeña, este sistema no está diseñado para ser el motor principal.
El barco seguirá quemando mucho gasoil. Pero en una ruta marítima de ejemplo entre Oriente Medio y Extremo Oriente, se espera que reduzca el consumo medio de combustible en más de un 9,8%, ahorrando unas 2.900 toneladas de emisiones de dióxido de carbono en cada viaje.
El New Aden es un superpetrolero de petróleo crudo, por lo que, a pesar de su promesa como banco de pruebas de la tecnología ecológica, su objetivo principal sigue siendo transportar alrededor de dos millones de barriles de combustible fósil altamente contaminante por todo el mundo. Pero, independientemente de que se considere o no un ejercicio de lavado de cara al medio ambiente, es evidente que demostrará, o desmentirá, los aspectos económicos que conlleva la incorporación de estos enormes sistemas de velas a los grandes buques modernos, por lo que constituye un logro impresionante y una pieza tecnológica importante.
Vía www.ccs.org.cn
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