Nueva Zelanda prohibirá casi totalmente el tabaco a partir del año que viene. La legislación aprobada por su Parlamento significa que cualquier persona nacida después de 2008 nunca podrá comprar cigarrillos o productos del tabaco.
El número de personas que podrán comprar tabaco se reducirá cada año. En 2050, por ejemplo, las personas de 40 años serán demasiado jóvenes para comprar cigarrillos.
La Ministra de Sanidad, Ayesha Verrall, que presentó el proyecto de ley, dijo que era un paso «hacia un futuro sin humo«.
Miles de personas tendrán una vida más larga y saludable, y el sistema sanitario saldrá ganando 5.000 millones de dólares neozelandeses (3.200 millones de dólares estadounidenses) al no tener que tratar las enfermedades causadas por el tabaco.
Dra. Verrall.
La tasa de tabaquismo neozelandesa se encuentra ya en mínimos históricos: sólo el 8% de los adultos fuma a diario, según las estadísticas publicadas por el gobierno en noviembre, frente al 9,4% del año pasado.
Se espera que la Ley de Entornos Libres de Humo reduzca esa cifra a menos del 5% para 2025, con el objetivo final de eliminar por completo esta práctica.
El proyecto de ley también pretende limitar a 600 el número de minoristas que pueden vender productos de tabaco para fumar en todo el país, frente a los 6.000 actuales, y reducir los niveles de nicotina de los productos para hacerlos menos adictivos.
Significa que la nicotina se reducirá a niveles no adictivos y que las comunidades se verán libres de la proliferación y agrupación de minoristas que se dedican a vender productos del tabaco en determinadas zonas.
Dra. Verrall.
Añadió que la legislación podría reducir la esperanza de vida entre ciudadanos maoríes y no maoríes. La tasa global de tabaquismo entre los ciudadanos maoríes es del 19,9%, frente al 22,3% del año pasado.
La nueva legislación no prohíbe los productos de vapeo, que se han hecho mucho más populares entre las generaciones más jóvenes que los cigarrillos.
Los detractores del proyecto de ley han advertido de que la política podría alimentar un mercado negro de productos del tabaco y acabar con los pequeños comercios.
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