
Se espera que este avance ayude a desarrollar materiales naturales y compostables para envases y productos biodegradables.
- Película fúngica delgada, casi transparente.
- Biodegradable, comestible y viva.
- Alta resistencia a la tracción.
- Sensor de humedad natural.
- Mejora en alimentos y cosméticos como emulsionante comestible.
- Alternativa real al plástico convencional.
- Puede acelerar compostaje de residuos orgánicos.
- Aplicación prometedora en países con problemas de residuos plásticos.
Un nuevo material hecho de hongos: biodegradable, comestible… y vivo
Un equipo de investigadores de los Laboratorios Federales Suizos para Ciencia y Tecnología de Materiales (EMPA) ha desarrollado un material innovador basado en hongos que podría cambiar radicalmente el panorama de los materiales sostenibles. Utilizando un hongo conocido como split-gill (Schizophyllum commune), han creado una película delgada, resistente, biodegradable… y viva.

Características clave del material
Este nuevo material, producido a partir de todo el hongo y no solo del micelio, presenta una combinación única de propiedades:
- Transparente y resistente: A pesar de su apariencia frágil, la película tiene alta resistencia a la tracción, lo que permite su uso en aplicaciones exigentes sin romperse fácilmente.
- Biodegradable y comestible: El material es completamente biodegradable y puede incluso ser ingerido, gracias a las moléculas auxiliares del micelio que actúan como emulsionantes naturales seguros.
- Reacciona a la humedad: Una de sus propiedades más interesantes es su reversibilidad ante la humedad, lo que lo convierte en un excelente sensor natural de humedad, sin necesidad de componentes electrónicos tóxicos o no degradables.

Aplicaciones posibles
- Envasado de residuos orgánicos: Gracias a su capacidad de degradación y su resistencia, puede ser utilizado para fabricar bolsas “vivas” para desechos alimentarios. Estas no solo se degradan fácilmente, sino que también pueden contribuir activamente al compostaje, acelerando el proceso de descomposición del contenido.
- Industria alimentaria y cosmética: Las emulsiones estables comestibles obtenidas a partir del hongo podrían aplicarse en conservación de alimentos o en mejoras de textura en cosméticos sin recurrir a aditivos sintéticos.
- Electrónica biodegradable: El material también tiene potencial para la fabricación de biobaterías fúngicas, sensores e incluso componentes electrónicos insertables en entornos naturales, sin impacto contaminante.

Comparación con materiales convencionales
El nuevo bioplástico fúngico ofrece una alternativa directa a materiales contaminantes como:
- Plásticos no biodegradables, que permanecen en el suelo por décadas.
- Materiales con amianto, aún presentes en construcciones antiguas y altamente nocivos para la salud.
- Sensores electrónicos industriales, que requieren extracción de minerales y generan residuos peligrosos.

Potencial de esta tecnología
El impacto de este descubrimiento va mucho más allá de una curiosidad científica:
- Reduce el uso de plásticos derivados del petróleo.
- Minimiza residuos sólidos urbanos, especialmente orgánicos.
- Evita la contaminación por microplásticos y químicos artificiales.
- Disminuye la huella de carbono asociada a la producción de materiales sintéticos.
- Promueve la creación de una bioindustria circular, donde los materiales cumplen funciones útiles y luego regresan al entorno sin dañarlo.
Además, su capacidad de integrarse en ecosistemas naturales sin generar residuos tóxicos lo convierte en un aliado clave para un modelo de desarrollo realmente sostenible.
En un mundo que necesita con urgencia alternativas limpias y regenerativas, este material fúngico representa una de las apuestas más prometedoras.
Nidia dice
Excelente descubrimiento para la protección del medio ambiente, para las futuras generaciones. 💯