Actualizado: 13/08/2022
Un equipo científico de la Universidad de Huelva ha creado un método que, sin costes adicionales, permite determinar de manera exacta la capacidad de transmisión calorífica de un terreno a una construcción. Con este sistema y con la incorporación en el subsuelo de bombas de calor geotérmicas que regulan la circulación del aire, las necesidades de climatización de las nuevas construcciones quedarían cubiertas sin necesidad de acudir al consumo de electricidad.
Teniendo en cuenta que ni más ni menos que el 40% del consumo eléctrico global de la Unión Europea se concentra en los edificios, cualquier aportación que mejore su eficiencia energética se convierte en una victoria para la sostenibilidad. De ahí, el valor de esta innovación, lograda por José Manuel Andújar, Miguel Ángel Martínez, y Sergio J. Gómez, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva.
En concreto, tal y como explican en un artículo publicado en Sensors, el avance se produce en varios pasos. El primero, el desarrollo de una metodología innovadora que permite medir lo que en términos científicos se conoce como difusividad térmica de la tierra. A lo que se refiere el equipo es a la posibilidad de determinar de manera exacta la temperatura del suelo a una profundidad concreta. Además, este método permite conocer también la capacidad de transmisión de esos terrenos a una construcción que se edificase en su superficie.
La posibilidad de obtener datos reales ajustados a cada terreno supone en sí misma un cambio vital puesto que, hasta la fecha, los constructores se han servido de tablas que ofrecían datos aproximados. Además, otro punto fuerte de este nuevo método es que es «simple y asequible». Tanto, que se puede realizar aprovechando las perforaciones geotécnicas que deben hacerse antes de la construcción de cualquier vivienda o edificio. Así, en ese mismo proceso se tomarían directamente las medidas para determinar la temperatura del suelo y su difusividad térmica a la profundidad que resulte de interés.
Sin embargo, los científicos onubeneses no se han quedado en ese paso, puesto que su vocación con este trabajo ha sido la aplicación real de este método y el análisis de los avances que propiciaría para la construcción sostenible. En esta línea, el equipo científico desarrolló un sistema a base de bombas de calor geotérmicas que, instaladas en los cimientos de los edificios teniendo en cuenta los datos recopilados, permitirían regular la circulación del aire y, así, mantener las temperaturas tanto en verano como en invierno.
Con este sistema, básicamente una estructura de tubos colectores, «el calor se extrae del subsuelo terrestre y sube hacia las plantas superiores en invierno. Sin embargo, se realiza el proceso inverso en las estaciones más cálidas, haciendo que las estancias se enfríen», explica Andújar en declaraciones recogidas por la Fundación Descubre en las que ilustra cómo, gracias a estas innovaciones, los edificios pasarían a autorregularse.
Más allá de la teoría, los expertos han llevado sus propuestas a la práctica en una construcción con sótano en Huelva, en la que han comprobado el ahorro energético que suponen sus avances , así como sus beneficios para el medioambiente. Así, una vez trazado el camino, cualquier nueva construcción podría seguir el ejemplo obteniendo los datos del terreno y adaptando a sus características los sistemas geotérmicos que permitirían que cualquier vivienda se climatizara gracias al subsuelo.
Ana dice
muy bueno, primera vez que encuentro una persona que lo ha aplicado, buenisimo.
Daniela dice
Es lo más. Existe hace años! Yo lo tengo en mi casa y vivo en Argentina (Santa Clara)