Mientras el mundo se precipita hacia «la mayor desconexión entre la oferta y la demanda en la historia de las materias primas«, Snow Lake Lithium tiene planes para abrir la primera mina de litio totalmente eléctrica del mundo en Canadá.
Ahora que empezamos a ver cómo los primeros efectos caóticos y destructivos del cambio climático empiezan a causar estragos en todo el mundo, el mundo parece haber llegado por fin a un consenso sobre la necesidad de descarbonizarnos lo más rápidamente posible. Pero un gran porcentaje del impulso hacia el carbono neto cero en 2050 va a depender de las baterías, y el hecho es simple: no va a haber suficiente litio.
Aunque todo el mundo parece esperar que los vehículos eléctricos sigan dominando el mercado del automóvil, las cifras son muy malas. Para 2030, si todas las minas existentes siguen produciendo y todo lo que está en construcción llega a buen puerto, apenas habrá metal suficiente para satisfacer la mitad de la demanda. Será una escasez de recursos de litio de proporciones épicas.
Hay personas apuntándose en listas de espera de dos años para comprar coches eléctricos, están pagando el anticipo y esperando literalmente años para tener sus coches. Es una locura. Y es la punta del iceberg, porque todos los coches eléctricos que se ven ahora son de gama alta.
Este crecimiento masivo y orgánico de la demanda no existía hace tres o cinco años. Es una desconexión monumental entre la oferta y la demanda, y no hay manera de arreglarlo ahora, aparte de ir de rodillas a China. China no tiene ningún interés en suministrarte litio o baterías. Su objetivo final es dominar la industria del automóvil.
Aunque el grueso de los recursos de litio conocidos en el mundo se encuentra en Australia y Sudamérica, las empresas chinas poseen grandes participaciones en la mayoría de las explotaciones mineras. Más de dos tercios del procesamiento mundial del litio se realiza en China, y este país fabrica alrededor del 80% de las baterías del mundo. Las minas de litio tardan al menos una década en ponerse en marcha; hay pocas posibilidades de que el mundo occidental se ponga al día.
El gobierno chino se adelantó a los efectos de la fuerte contaminación urbana allá por 2010, y tuvo la previsión de tomar grandes decisiones, invertir fuertemente en electrificación y cerrar la cadena de suministro de litio, cobalto, neodimio y otros metales críticos.
Nadie se interesó por el litio durante décadas. La gente lo utilizaba en la cerámica y en algunos productos farmacéuticos, ese era todo su mercado.
El litio de Snow Lake se encontró en los años 30, y fue una gran decepción. Siguieron perforando, esperando desesperadamente encontrar oro. Nadie se molestó en buscar litio. Nadie invirtió. Si sacas litio del suelo en cualquier parte del mundo, no puedes hacer nada con él a menos que lo envíes a China.
Así, mientras Snow Lake Lithium se apresura a crear la primera mina de litio totalmente eléctrica del mundo, ha firmado un memorando de entendimiento con el gigante coreano de las baterías LG, que está planeando una planta de procesamiento en las cercanías.
El emplazamiento está situado al norte de Winnipeg, y la planta de LG estará cerca, perfectamente posicionada para transportar el producto a granel hacia el centro de EE.UU. y hacia todos los principales centros de fabricación por ferrocarril. Con sólo el 1% de su propiedad explorada, la empresa espera suministrar unas 160.000 toneladas de espodumeno al 6% al año, abriendo en 2025.
Será una operación súper limpia; no se trata de una operación de extracción de litio a base de salmuera capaz de contaminar las aguas subterráneas y los suministros de agua potable.
Sacan la roca del suelo, la aplastan y extraen el elemento crítico que quieren obtener.
Snow Lake trabaja con la empresa sueca Epiroc, que suministrará los equipos mineros 100% eléctricos para la explotación.
Si todo va según lo previsto, Snow Lake suministrará suficiente litio a Norteamérica para fabricar baterías para unos 500.000 coches eléctricos al año. Es una gota de agua en comparación con los 17 millones de vehículos que se vendían anualmente antes de la pandemia. La demanda de los consumidores ya se está desplazando con fuerza hacia los vehículos eléctricos, y se espera que esta tendencia se acelere de forma acusada.
La verdadera locura en el mercado del litio, no llegará hasta 2025. Solo en los coches eléctricos; en 2021 se vendieron seis millones y medio de coches eléctricos en todo el mundo, es decir, el doble que el año anterior. Digamos que este año son 10 millones. Todavía no son muchos coches, pero estamos en el punto en el que se duplica año tras año. Hay una cascada que se desarrolla a partir de 2025, cuando la legislación empieza a entrar en vigor, las flotas de las empresas empiezan a electrificarse, los fabricantes empiezan a sacar líneas de productos nuevas y más asequibles, la infraestructura se desarrolla para apoyar una adopción más generalizada de los vehículos eléctricos. Ahí es donde se va a producir una auténtica locura.
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