Actualizado: 05/07/2024
Francia prohibió oficialmente el martes los vuelos domésticos en rutas cortas que se pueden cubrir en menos de dos horas y media en tren, una medida destinada a reducir las emisiones de las aerolíneas que también ha molestado a la industria.
Aunque esta medida estaba incluida en una ley climática de 2021 y ya se aplicaba en la práctica, algunas aerolíneas habían pedido a la Comisión Europea que investigara si era legal.
El cambio afectará principalmente a los vuelos entre París y los centros regionales como Nantes, Lyon y Burdeos, sin afectar los vuelos de conexión.
Los críticos han señalado que el límite de tiempo para los viajes en tren comparables es inferior a las aproximadamente tres horas que se tarda en viajar en tren de alta velocidad desde París a la ciudad portuaria mediterránea de Marsella.
La ley especifica que los servicios de tren en la misma ruta deben ser frecuentes, puntuales y estar suficientemente conectados para satisfacer las necesidades de los pasajeros que de otra manera viajarían en avión, y deben poder absorber el aumento en el número de pasajeros.
Las personas que realicen este tipo de viajes deberán poder realizar viajes de ida y vuelta en tren en el mismo día, habiendo pasado ocho horas en su destino.
El gobierno ya había asegurado el cumplimiento del plan por parte de Air France a cambio de un paquete de apoyo financiero por el coronavirus en 2020.
Se prohibió que los competidores simplemente llenaran el vacío dejado.
Laurent Donceel, director interino del grupo industrial Airlines for Europe (A4E), afirma que los gobiernos deberían respaldar «soluciones reales y significativas» para las emisiones de las aerolíneas en lugar de «prohibiciones simbólicas«.
Bruselas había concluido que «prohibir estos viajes solo tendría efectos mínimos» en las emisiones de CO2, agregó.
A4E destacó su propia estrategia de cero emisiones netas para 2050, que incluye el cambio a combustible para aviones proveniente de fuentes no fósiles y la implementación de aviones con batería o hidrógeno.
Esta medida se produce mientras los políticos franceses también han estado debatiendo cómo reducir las emisiones de los jets privados.
Si bien los diputados verdes han pedido la prohibición total de los vuelos privados pequeños, el ministro de Transporte, Clement Beaune, anunció el mes pasado una tarifa climática más alta para los usuarios a partir del próximo año.
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